Autoridades investigan supuesta responsabilidad del Ejército colombiano en agresiones contra civiles
Los hechos sucedieron, según comunicado oficial de autoridades colombianas, el pasado 11 de septiembre en la vereda Bocas del Manso, ubicada en zona rural del municipio Tierralta, Córdoba.
Inicialmente salió la versión de que los agresores eran integrantes del frente quinto de las disidencias de las FARC, grupo ilegal que delinque en casi todo el territorio colombiano. Sin embargo, horas después del suceso, el Ejército Nacional a través de un comunicado denunció que los artífices de los aberrantes tratos crueles eran posiblemente integrantes del batallón de infantería número 33 de la décima primera brigada, perteneciente a esa institución.
En el programa ‘La Noche’, Daniel Montero, alcalde del municipio de Tierralta, rechazó el acto de violencia cometido contra la población y pidió ayuda a las autoridades. “Enviamos un mensaje al gobierno nacional para que nos pueda brindar el apoyo urgente y acelerar las investigaciones como dije esta mañana en el consejo de seguridad en la ciudad de Montería”.
El alcalde lamentó lo sucedido e insistió en que los presuntos culpables sean investigados. "Estamos bastante consternados acá. Nosotros hoy rechazamos rotundamente todas las acciones realizadas hace algunos días en la vereda Bocas del Manso donde varias familias fueron violentadas, maltratadas”.
Tres personas que obedecen a los nombres de Dagoberto López Díaz, Marcelino José Díaz, Santander Solar Guzmán, que hacen parte de esa comunidad, realizaron la denuncia ante los estamentos competentes que hoy son motivo de investigación. Montero también pidió ayuda para una joven mujer de la comunidad indígena que habría sido agredida sexualmente por los implicados en el proceso legal.
Por su parte, José David Ortega, integrante de la Asociación de Campesinos de Córdoba, manifestó que a él también le llegó la información de que miembros de la Fuerza pública se hicieron pasar por integrantes de las FARC y amenazaron a la comunidad. Las razones por las que los autores habrían cometido dicho ataque aún son motivo de investigación. “Es lamentable que una madre tenga que enfrentar con un niño en brazos a una persona que le está apuntando con una pistola en la cabeza y otra persona con un fusil.Algunos fueron intimidados, tirados de rodillas, los amedrantaron, infundieron terror en el sitio para que la gente no supiera qué hacer”, agregó el líder social.
Por su parte, Luis Andrés Fajardo, Vice defensor del pueblo de Colombia rechazó la agresión y señaló que este episodio produce una “Ruptura de confianza con la institucionalidad”.