¿Celebrar fiestas religiosas viola la separación iglesia-Estado?
La mayoría de los países del continente, especialmente en América Latina, el calendario de festivos nacionales del año está marcado por fiestas religiosas, la mayoría católicas.
Se suelen combinar con fiestas patrias vinculadas a las independencias nacionales, batallas decisivas o celebraciones constitucionales. La presencia de estas fiestas católicas es también parte de las costumbres de muchos países europeos. Navidad, Semana Santa, o la Inmaculada Concepción son ejemplo de ello.
En los últimos años, y coincidiendo con el distanciamiento de la religión o de su práctica, de muchos ciudadanos, crecen las voces que promueven la desaparición de esas festividades en los calendarios nacionales con el argumento de que hay que separar iglesia y Estado, de que no se puede imponer una religión por encima de otras o de quienes simplemente no creen.
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Un artículo publicado ahora en la prensa española, aborda la cuestión a raíz de la festividad de la Inmaculada en España, fiesta que también se celebra en algunos países de América Latina. Su autora, la escritora Pilar Rahola, asegura que vivimos «un empacho de sobredosis de corrección política, que niega la tradición de mil años de catolicismo a favor de no saber qué identidad líquida». ¿Viola la separación iglesia-estado celebrar fiestas religiosas? ¿Es una imposición?
Para hablar sobre este tema Pilar Rahola, analista política y articulista, conversó con Cuestión de Poder de NTN24.
