Coches destrozados y edificios afectados: las imágenes que deja sismo en la ciudad italiana de Nápoles
Un sismo de magnitud 4,4 sacudió durante la noche a la zona volcánica que rodea Nápoles, causando varios heridos leves, dañando edificios y aterrorizando a los residentes, según informaron el jueves las autoridades.
El sismo, al que siguieron varios temblores mucho menores, fue el de mayor magnitud que ha sacudido la zona de Campi Flegrei (Campos Flegreos), en el sur de Italia, en los últimos 10 meses.
Según el Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología, INGV, se produjo sobre la 1:25 de la madrugada (0025 GMT) a una profundidad de 2,5 kilómetros y despertó a los habitantes obligándolos a salir a las calles por el temor.
“No podemos seguir así, no podemos dormir. Tenemos miedo”, dijo un hombre al servicio de noticias Local Team en plena noche en Bagnoli, un barrio costero del oeste de Nápoles.
Las imágenes difundidas por los medios de comunicación italianos mostraban ventanillas de coches destrozadas por la caída de mampostería y daños en una iglesia deBagnoli, donde las escuelas permanecieron cerradas el jueves.
Según el alcalde de Nápoles, Gaetano Manfredi, una mujer resultó herida al derrumbarse el techo de su casa, mientras que otras dos o tres personas acudieron al hospital con cortes causados por fragmentos de cristales rotos.
“Un total de 11 personas acudieron a los servicios de urgencias de los hospitales locales, pero varios «fueron casos de pánico”, declaró a la prensa Manfredi.
El alcalde Manfredi declaró a la Radio RTL que el sismo del jueves fue un “temblor particularmente intenso”, similar al del año pasado pero «con un epicentro más cercano a la ciudad de Nápoles, por lo que se sintió más en la ciudad».
Dijo que un grupo de personas intentó entrar en la antigua base de la OTAN cerrada en Bagnoli, presuntamente para protegerse.
“Hubo un momento de pánico... pero luego todo se calmó», dijo, añadiendo: «Obviamente son momentos en los que la gente tiene miedo”, mencionó y luego dijo que la situación estaba “bajo control”.
La primera ministra, Giorgia Meloni, declaró que seguía de cerca la situación y que estaba en contacto con las autoridades competentes.
La actividad sísmica no es nada nuevo en la zona, que es una caldera activa (el hueco que queda tras una erupción), la mayor de Europa. Se extiende desde las afueras de Nápoles hasta el mar y mide unos 12 por 15 kilómetros.
Varios de los 500.000 habitantes que viven en la zona de peligro ya se habían inquietado por un sismo de magnitud 4,4 en mayo de 2024, que fue el mayor de los últimos 40 años. En aquella ocasión no hubo heridos ni daños estructurales importantes.
Un rebrote de la actividad sísmica a principios de la década de 1980 provocó una evacuación masiva que redujo la cercana ciudad de Pozzuoli a un pueblo fantasma.
Sin embargo, los especialistas afirman que es poco probable que se produzca una erupción en un futuro próximo.