Editorial: ¿Cuánto dolor puede acumular un ciudadano venezolano en su interior?
¿Cuánto dolor acumula el pueblo venezolano? ¿Cuánto dolor puede acumular un ciudadano en su interior? ¿Se ha hecho usted alguna vez esa pregunta?
Porque dolor, desconsuelo, aflicción es lo que muestran, lo que podemos ver y escuchar en esos cientos, en esos miles de testimonios que se han ido acumulando, en el recorrer de María Corina Machado por los caminos de Venezuela.
Bien lo decía Héctor Schamis, estos testimonios son el reflejo de un país desesperado.
Y en contraposición, como esa otra cara de una misma moneda, en la misma gente, encontramos también la esperanza.
Ambas emociones conviven, se entrelazan y salen al encuentro de una promesa que se ha venido convirtiendo en certeza: un futuro mejor es posible.
Reunificar la familia es posible. Reactivar una economía maltrecha es posible. Renacer como el ave fénix es posible.
Dos condiciones son necesarias: el trabajo y el concurso de todos los venezolanos. Salir a la calle el próximo 28 de julio, votar y cuidar el voto.
