“El coyotaje es producto de las leyes migratorias de México y Estados Unidos”: Guadalupe Correa Cabrera
El Instituto Nacional de Migración reportó que fueron detenidos en Quintana Roo, México 354 personas que permanecían de manera irregular en el país latinoamericano. El operativo se adelantó en el municipio de Othón Blanco, donde los migrantes permanecieron escondidos.
De acuerdo con la información conocida por las autoridades locales los detenidos son oriundos de: Brasil, Cuba, El Salvador, Guatemala, Nicaragua, Honduras y República Dominicana. El cruce de migrantes de manera ilegal aumentó en las últimas semanas.
La semana pasada las autoridades detuvieron a más de 16 mil migrantes en un lapso de cuatro días entre los detenidos se encontraban 5 mil venezolanos. Para hablar sobre este tema Guadalupe Correa Cabrera, especialista en temas migratorios México-EEUU y profesora asociada de política y gobierno en la universidad de George Mason, conversó con La Tarde.
Para la especialista en temas migratorios México-EEUU “mucha gente volvió a tratar de entrar y finalmente lograron entrar, pero con ayuda de un traficante de personas. El coyotaje y el tráfico humano pues sigue manteniendo a la gente entrando y siendo invisible”.
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“El número de personas que intenta ingresar a Estados Unidos sigue siendo numeroso y amplia la capacidad de las redes de tráfico humano, de hacerse más sofisticadas y tener más dinero porque tienen más clientes”, agregó la profesora asociada de política y gobierno en la universidad de George Mason.
Sobre la falta de formas para combatir el coyotaje, la invitada expresó que “este coyotaje es producto de las leyes migratorios de ambos países, principalmente de Estados Unidos porque no hay vías legales de entrada”.
“Las personas que entran de forma ilegal o irregular a los Estados Unidos finalmente van a tener más vulnerabilidad, se les van a pagar más bajos salarios y al mismo tiempo es jugar con la cuestión migratoria es importante para los políticos”, añadió.
Correa Cabrera destacó que “realmente es un gran juego político decir: ‘yo voy a limitar la entrada’ aunque las personas sigan entrando. Por un lado, es una gran estrategia y por otro lado es muy beneficioso para los empleadores en EEUU porque no tienen que pagar prestaciones”.
Redacción NTN24
