El régimen de Daniel Ortega impidió la entrada al país de la directora de Miss Nicaragua y confiscó su casa en Managua
Este viernes, el régimen de Daniel ortega en Nicaragua impidió el ingreso al país de la directora del certamen en ese país, Karen Celebertti, y de su hija días después del triunfo de la nicaragüense Sheynnis Palacios.
Las dos mujeres aterrizaron en Nicaragua y fueron retenidas en el aeropuerto de Managua hasta que la decisión de la dictadura fue enviarlas a México, según se pudo conocer.
El gobierno de Daniel Ortega "le prohibió la entrada Karen Celebertti, dueña de la franquicia de Miss Nicaragua y a su hija", informó el portal del diario nicaragüense La Prensa, que se edita en Costa Rica.
En ese mismo sentido se refirió la escritora Gioconda Belli, exiliada en España y despojada de su nacionalidad por el gobierno. La vicepresidenta "Rosario Murillo impide el regreso a su país de Karen Celebertti, organizadora de Miss Nicaragua, que acaba de lograr, tras años de trabajo, que una de ellas sea Miss Universo", aseguró.
Esta tarde, además, se conoció que el orteguismo confiscó su casa en la carretera entre Managua y la ciudad de León por intermedio de la Procuraduría General y la Policía sandinista, además de retener temporalmente a su marido, Martín Argüello.
En los últimos días se conoció de la existencia de una orden de la dictadura para desterrar también a Sheynnis Palacios tras concursar, pero luego de que ganara el certamen la orden fue revocada.
La coronación de Palacios, primera centroamericana en ganar el concurso de Miss Universo, ha reavivado el conflicto político en Nicaragua, pues la reina de belleza, de 23 años, participó en las protestas de 2018 contra Ortega.
El triunfo de Palacios motivó celebraciones masivas de los nicaragüenses en las calles en Managua y otras ciudades del país, algo que no se veía desde que quedaron prohibidas las manifestaciones en 2018.
En redes sociales han circulado fotos de la nueva reina levantando, hace cinco años, una bandera de Nicaragua en las marchas que dejaron más de 300 muertos, denunciadas por Ortega como un intento de golpe de Estado apoyado por Washington.
Miles de nicaragüenses han partido al exilio. En febrero pasado, el gobierno liberó a 222 opositores presos, a quienes expulsó del país, confiscó sus bienes y los privó de la nacionalidad.
