Huracán Kammuri deja dos muertos y miles de evacuados en Filipinas
Dos personas murieron en Filipinas este martes por el huracán Kammuri, que, con intensas lluvias y vientos de 150 km/h, obligó a la evacuación de miles de personas y al cierre del aeropuerto internacional de Manila.
Este martes, un hombre murió aplastado por un árbol y otro, golpeado por una madera arrastrada por el viento, ambos en la isla de Mindoro, al sur de la capital, según la policía.
El tifón llegó al archipiélago el lunes por la noche, alrededor de las 23H00 (15H00 GMT). Entró por Sorgoson, en el sur de Luzón, la isla más grande de Filipinas, donde viven 49 millones de personas.
La isla de Mindoro, donde se encontraba este martes el centro del tifón, tiene 13 millones de habitantes y alberga a miles de atletas para los Juegos del Sureste Asiático, cuya
organización tuvo que cancelar algunas pruebas.
En principio, el huracán debería abandonar el archipiélago el miércoles, por el noroeste.
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El viento este martes comportaba rachas de 150 km/h, y de hasta 205 km/h en el noroeste, que azotaban el país junto a fuertes precipitaciones.
"Cayeron muchos árboles, hubo techos que salieron volando", declaró Junie Castillo, especialista en catástrofes naturales en una de las primeras regiones afectadas. "Todavía tenemos que cuantificar la importancia de los daños".
El lunes, un hombre de 33 años murió electrocutado cuando trataba de fijar un techo antes de la llegada de la tormenta.
- "El viento aúlla" -
Unas 340.000 personas tuvieron que dejar sus hogares en la región central de Bicol, señalaron los servicios de emergencia, y miles de ellas se refugiaron, desde el domingo, en escuelas y pabellones deportivos.
En algunas ciudades, se cerraron las escuelas y se pidió a los funcionarios que no fueran a trabajar ni lunes ni martes.
"El viento aúlla", declaró a la AFP una habitante de Bicol, Gladys Castillo Vidal. "Decidimos quedarnos porque nuestra casa de dos pisos es de cemento. Con suerte, resistirá".
Los servicios de meteorología advirtieron que podrían producirse deslizamientos de tierra y olas que podrían alcanzar los tres metros de altura en las regiones costeras más afectadas.
A causa del viento, el aeropuerto internacional Ninoy Aquino de Manila fue clausurado por la mañana, anunció a la AFP uno de sus responsables, Ed Monreal.
Las autoridades indicaron que podría reabrir el martes hacia las 23H00 (15H00 GMT), si las condiciones meteorológicas mejoran. Casi 500 vuelos fueron cancelados.
Constance Benoît, una canadiense de 23 años, esperaba en una de las terminales para tomar su vuelo de conexión, retrasado, tras un vuelo complicado el lunes por la mañana procedente de Cebú, en el centro del país.
"Viví las peores turbulencias de mi vida", explicó a la AFP. "Descubrí lo que son los mareos durante un vuelo".
Cada año, alrededor de una veintena de tormentas y tifones golpean Filipinas, causan cientos de muertos y empobrecen a las poblaciones más vulnerables. El tifón más devastador registrado en el país, Haiyan, dejó más de 7.300 muertos y desaparecidos en 2013.
Por otro lado, el tifón también afectó al programa de los Juegos del Sureste Asiático, cuya ceremonia de apertura se celebró el sábado por la noche.
La competición debe durar hasta el 11 de diciembre en tres ciudades de Luzón (Clark, Manila y Subic) con 56 disciplinas y pruebas en una decena de emplazamientos.
De momento, se suspendió la prueba de windsurf por precaución, y se adelantó la de triatlón.
Ramon Suzara, un responsable de la organización de los Juegos, dijo que habían previsto "planes alternativos", aunque la competición no debería alargarse más de lo previsto.
Unos 8.750 atletas y miembros de delegaciones debían asistir a los Juegos, en los que se implicaron además unos 12.000 voluntarios.