Futbolista le exigió respeto (en la cara) a periodista que mandó a jugar con muñecas a quienes se indignan contra los que hacen la ‘paradinha’

Recientemente agarró vuelo en el fútbol la famosa ‘paradinha’, una jugada que consiste en pararse encima del balón y que ha generado una discusión amplia entre quienes dicen que eso hace parte de la picardía del deporte y quienes aseveran que es una jugada provocativa que no aporta nada al desarrollo del juego.
La jugada la han hecho diferentes futbolistas como el venezolano Yeferson Soteldo, el neerlandés Memphis Depay y hasta en Colombia con los futbolistas Francisco Chaverra y Neiser Villareal, por lo que el debate de si se debe hacer o no está caliente.
Recientemente, el periodista colombiano José Luis Alarcón dijo en redes sociales luego de que Chaverra hiciera dicha jugada en el clásico entre el Medellín y el Atlético Nacional que: “si usted se va a enojar porque un jugador equis se paró en el balón, dedíquese a jugar con barbies, póngase a jugar muñecas”.
Su opinión no cayó muy bien en los jugadores y así se lo hizo saber el mediocampista Jorman Campuzano, quien se lo encontró en la zona de prensa tras el juego de la Copa Libertadores entre Atlético Nacional y Nacional de Uruguay, que ganó el equipo colombiano 3-0, y aprovechó para pedirle respeto.
El periodista le preguntó por el balance del partido tras ese triunfo categórico y Campuzano, antes de responderle, le dijo: “Precisamente a vos, en lo personal, te quería encontrar para decirte sobre la jugada de la ‘paradinha’, como te expresaste en tu página, yo juego con barbies con mi niña, entonces quizá nos puedes tratar de otra manera, a otros compañeros tampoco les gustó, seguro te lo van a decir, pero creo que no hay incomodidad con jugar con barbies, eres una persona que respeto mucho, pero también te pido respeto para mis compañeros y para mí”.
Las palabras del jugador han causado revuelo en redes sociales tanto de quienes están de acuerdo con el jugador y agregan que ellos merecen respeto, como quienes aseguran que Campuzano se lo está tomando muy a pecho, pues es solo una metáfora que no buscaba ofender.