Atentado a El Nogal cumple 20 años: impresionantes relatos de las víctimas del terrorismo en Colombia
En la primera entrevista que concede Jacinto Aponte, el capitán de servicio o jefe de meseros que se salvó milagrosamente, relató las dolorosas consecuencias que le dejó el atentado al club El Nogal en Colombia que se registró hace 20 años.
“Desperté 3 días en el Hospital militar, perdí la memoria, no recuerdo detalles de lo que ocurrió el 7 de febrero del 2003, lo que sé que es quedé con las manos quemadas, varias costillas quebradas, la pierna derecha fracturada y una pérdida total de dientes”, afirmó.
“Siente uno dolor físico y moral tras lo sucedido. Nunca pensé llegar a vivir una situación así en carne propia”, agregó Aponte quien ya cuenta con más de 60 años y quien incluso estuvo a punto de perder una de sus extremidades inferiores.
Wilfredo Rodríguez, quien tenía 26 años y 6 de ellos como mesero en la misma área en la que trabajaba Aponte, confía en que hoy sus palabras puedan “tener el eco necesario” para que por fin la justicia actúe a favor de ellos como víctimas y no solamente a favor de los victimarios.
“Todos los beneficios y las garantías son para ellos 20 años después y para nosotros no hay nada”, afirmó en diálogo con Claudia Gurisatti y Jefferson Beltrán.
Desde el norte de Bogotá, en un pequeño local comercial en el que se gana la vida, el sobreviviente de uno de los considerados peores atentados terroristas cometidos en Colombia, afirma que hasta el día de hoy no ha recibido una indemnización.
Ambos hombres, cabeza de familia, han tenido que sortear durante las dos últimas décadas las secuelas físicas, morales, emocionales y económicas que les dejó ese fatal capítulo que nunca imaginaron iban a padecer.
“Uno vio morir demasiada gente, gente más joven que uno, madres, hijos y eso para la justicia no vale nada”, aseguró Wilfredo tocándose la cabeza con indignación.
Redacción por Harriet Hidalgo
