El expresidente de Filipinas Rodrigo Duterte comparece por primera vez ante la Corte Penal Internacional
El expresidente filipino Rodrigo Duterte compareció este viernes por primera vez ante la Corte Penal Internacional (CPI) de La Haya por presuntos crímenes contra la humanidad en su guerra al narcotráfico.
El exmandatario, de 79 años, que esta semana fue detenido y enviado a Países Bajos, apareció por videoconferencia en una breve audiencia, en la que se le informó de los crímenes que se le imputan y de sus derechos como acusado.
Vestido con traje y corbata azules, intervino brevemente para confirmar su nombre y fecha de nacimiento. El presidente del tribunal le permitió seguir el proceso en ausencia debido a su largo vuelo a La Haya.
La Corte Penal Internacional (CPI) confirmó el jueves que el expresidente de Filipinas fue entregado y que permanece bajo su “custodia” luego de ser arrestado por crímenes de lesa humanidad, tortura y violación.
“La sala, integrada por la jueza presidenta Iulia Antoanella Motoc y las juezas Reine Adélaïde Sophie Alapini-Gansou y María del Socorro Flores Liera, evaluó el material presentado por la Fiscalía y encontró motivos razonables para creer que el señor Duterte es individualmente responsable como coautor indirecto del crimen de lesa humanidad de asesinato, presuntamente cometido en Filipinas entre el 1 de noviembre de 2011 y el 16 de marzo de 2019”, explicó la CPI en una nota de prensa.
Para las juezas hubo un ataque dirigido contra una población civil en cumplimiento de una política organizativa mientras Duterte era el jefe del Escuadrón de la Muerte de Davao (DDS), y en cumplimiento de una política de Estado mientras era presidente de Filipinas.
Duterte afirmó el miércoles que asumía su "responsabilidad" cuando fue entregado a la CPI. "Yo soy el que dirigió a las fuerzas del orden y al ejército. Dije que les protegería y asumo mi responsabilidad", declaró en un video compartido en redes sociales.
El expresidente tiene gran popularidad entre muchos filipinos que apoyaron su forma drástica de combatir el crimen, y sigue teniendo influencia política. Actualmente está postulado para volver a ser alcalde de su bastión de Davao en los comicios de mayo.
Durante su gobierno, Duterte instruyó a los policías disparar a matar a los sospechosos de narcotráfico si sus vidas corrían riesgo, e insistió en que la política de mano dura salvaba a las familias e impedía que Filipinas se convirtiera en un "narcoestado".