Marca china de ropa Shein es acusada de robo de la propiedad intelectual de tres diseñadores independientes
Este jueves se conoció que la famosa marca china de ropa Shein está siendo acusada de robo de la propiedad intelectual a gran escala y extorsión de tres diseñadores independientes estadounidenses.
De acuerdo con el sitió especializado en moda The Fashion Law, los diseñadores independientes Krista Perry, Larissa Martinez y Jay Baron afirmaron que Shein es responsable de violar derechos de autor con su práctica de “producir, distribuir y vender exactamente copias de sus trabajos creativos”.
Los tres demandantes alegan que dichos diseños que la marca habría copiado son “parte integral del proceso de 'diseño' y el ADN organizacional de Shein”.
La denuncia por parte de los tres diseñadores independientes fue presentada el pasado 11 de julio en el Distrito Central de California del Tribunal de Distrito de los Estados Unidos, en la división oeste.
El robo de propiedad intelectual del que es acusado Shein se trataría de copias “exactas” de los diseños gráficos que realizaron los tres demandantes.
La denuncia señala que son “copias verdaderamente exactas de los diseños gráficos protegidos por derechos de autor (de los demandantes)”, además de que dichos diseños “han aparecido en los productos de Shein, incluida la obra de arte ‘Make It Fun’ de Perry y el diseño ‘Floral Bloom’”.
Así como también se habla de la copia que aparece en la obra de arte ‘Trying My Best’ de Baron y el diseño ‘Orange Daisies’ de Blintz.
De hecho, de las obras mencionada ‘Trying My Best’ de Baron no solo es un derecho de autor registrado, sino que, según Baron, la frase en sí misma es una marca comercial.
Por eso, y según los demandantes, Shein ha copiado estas obras de arte al ofrecer “copias mecánicas infractoras" sin su permiso, licencia o consentimiento. Como resultado de dicha supuesta infracción, los demandantes afirman que “han sufrido y seguirán sufriendo daños sustanciales”.
No obstante, esto también les representaría un problema a sus negocios ya que la copia de sus diseños representa pérdida de ganancias y la disminución en el valor de sus diseños y arte, así como también “su reputación, la última de las cuales ha sido irreparablemente manchada, disminuyendo el valor de sus obras y disminuyendo los ingresos derivados de su trabajo”.
Sobre la copia a los diseñadores pequeños que estaría haciendo la marca desde hace mucho tiempo, los tres estadounidenses señalaron que “cuando Shein copia a un diseñador pequeño o independiente, el resultado más probable (sin especialistas en protección de marca y software especializado al acecho) es que la infracción pase desapercibida”.
Además, “bajo esas circunstancias, Shein cosecha todos los beneficios de robar y presentar el diseño que su tecnología había identificado como lo suficientemente valioso como para tomar: hace ventas y mantiene los ojos de los clientes pegados al sitio y la aplicación de Shein por mucho más tiempo”.
“Y si la demanda del cliente lo justifica, se vuelve a pedir el artículo y se venden más (ahora que se ha determinado que la costa está despejada)”, agregaron los demandantes.
En la denuncia, los diseñadores argumentaron también que “no hay Coco Chanel ni Yves Saint Laurent detrás del imperio Shein”, en cambio hicieron énfasis en que Shein se ha convertido en una de las mejores marcas de ropa del mundo “a través de tecnología de punta y no de diseño de punta”.
Perry, Martinez y Baron señaló que Shein ha estado ganando millones de dólares al crear un algoritmo secreto que “determina sorprendentemente las tendencias de moda emergentes y lo vincula a una estructura corporativa, incluido el programa de fabricación y cumplimiento”.
Según los demandantes, dicho algoritmo no podría funcionar “sin generar las copias que podrían dañar en gran medida la carrera de un diseñador independiente”.
“La inteligencia artificial de Shein es lo suficientemente inteligente como para apropiarse indebidamente de las piezas con mayor potencial comercial”, agregaron en su denuncia.
No es la primera vez que la marca china de ropa ha sido demandada ya que en 2020 fue acusada de vender “esvásticas en colgantes y alfombras de oración musulmanas con tapetes para la casa”.
Ante esto, la respuesta de Shein fue señalar que eran productos “cómicamente simbólicos”.
“El collar es una esvástica budista que ha simbolizado la espiritualidad y la buena fortuna durante más de mil años”, finalizó diciendo el portavoz.