El Salvador: ‘El Faro’ traslada su sede administrativa a Costa Rica tras denunciar acoso del gobierno de Bukele

En El Salvador, el diario digital El Faro anuncia el traslado de su estructura administrativa y legal a Costa Rica tras denunciar acoso por parte del gobierno de Nayib Bukele. El medio salvadoreño, reconocido por el valor de sus investigaciones señaló limitación en el trabajo periodístico y la libertad de prensa. A través de una publicación digital, el medio informó que “durante 25 años, El Faro ha operado bajo la propiedad de la empresa salvadoreña Trípode S.A. de C.V., con la que nació en 1998. Un cuarto de siglo después, cerramos esta etapa. El Faro se cambia de casa”.

El Faro, tras trabajar por cerca de un cuarto de siglo en el país centroamericano ha sido reconocido y destacado por la imparcialidad y contundencia en el manejo de las investigaciones; un portal informativo que se ha enfatizado por el desmantelamiento de la democracia.

“Durante la administración Bukele, El Faro y sus empleados hemos sido objeto de campañas de deslegitimación y difamación originadas en Casa Presidencial; hemos enfrentado seguimientos físicos y amenazas; espionaje con Pegasus; acoso a anunciantes y difamaciones de funcionarios y diputados del partido oficial. Pero, sobre todo, hemos enfrentado múltiples auditorías del Ministerio de Hacienda, con acusaciones fabricadas a las que seguimos respondiendo y apelando en todas las instancias administrativas y judiciales correspondientes, a pesar de saber que en El Salvador ya no hay división de poderes; el presidente incluso utilizó una cadena nacional de radio y televisión para falsamente acusarnos de lavado de dinero”, denuncia El Faro.

Para el análisis, buscamos a Sergio Arauz, Subjefe de redacción de El Faro desde San Salvador, el cual comentó que:

Cabe mencionar que el gobierno de Nayib Bukele ha sido fuertemente criticado por sus acciones frente al manejo de las pandillas, varias comunidades internacionales han acusado al gobierno por las violaciones de los derechos humanos que han tenido con las personas que hacen parte de grupos delictivos, sociedad civil y pandillas en El Salvador.

“La comunidad internacional ha estado pendiente y ha sido testigo de el grave avance del desmantelamiento de la frágil democracia en la que vive El Salvador y en ese sentido un periódico como El Faro que trabaja desde la razón, desde el estado de derecho y de la seguridad tiene muy difícil su sobrevivencia en un país en que lo gobierna e impera el derecho de una mayoría muy fanática a imponer narrativas controladas desde un aparato de propaganda y de noticias falsas”, añadió Arauz.

Vea aquí el análisis completo