En medio de la crisis eléctrica en Ecuador, el gobierno de Daniel Noboa suspende la jornada laboral del 31 de octubre
Este viernes 25 de octubre en horas de la tarde, el gobierno ecuatoriano ordenó suspender la jornada laboral y las clases el 31 de octubre, argumentando que la medida busca "fortalecer la actividad económica" durante un largo feriado por el Día de Difuntos y la Independencia de Cuenca.
A través de un comunicado, la Presidencia de Ecuador sostuvo: “En atención al sector turístico, el Gobierno del Ecuador ha dispuesto la suspensión de la jornada laboral del jueves 31 de octubre para fortalecer la actividad económica, en el marco del feriado nacional por el Día de los Difuntos y la Independencia de Cuenca, que se llevará a cabo del 1 al 4 de noviembre de 2024".
"El día será recuperado mediante los mecanismos previstos para asegurar el cumplimiento de los 200 días laborales", agrega el texto.
Con el nuevo plan de apagones, que será evaluado este domingo, el gobierno dio marcha atrás a su reciente anuncio de reducir paulatinamente los cortes hasta llegar a cuatro horas en la primera semana de noviembre.
En las principales ciudades del país sudamericano la desesperación se apodera de los comerciantes ya que por cada hora de apagón el país pierde millones de dólares.
La sequía redujo este año a mínimos históricos el nivel de los embalses de centrales hidroeléctricas, que generan el 70% de la demanda nacional. En abril, el Ejecutivo ya impuso cortes de hasta 13 horas diarias.
El panorama cada vez se oscurece más para los 17 millones de ecuatorianos. La alta demanda de generadores eléctricos, baterías, focos recargables y linternas ha disparado su precio. Una fábrica de velas en Quito pasó de producir 4.500 a 45.000 ejemplares al día.
Ecuador necesita unos 4.600 MW y afronta un déficit de al menos 1.600 MW.
La sequía también ha desencadenado incendios, una afectación en el suministro de agua potable y problemas en la producción agrícola y las telecomunicaciones.