Este fue el rol que cumplió la OEA para que el presidente electo de Guatemala pueda tomar posesión este 14 de enero
Bernardo Arévalo asumirá la presidencia de Guatemala este domingo, en medio de un clima de incertidumbre, debido al incesante boicot que ha recibido por parte de la Fiscalía de su país, desde que logró el respaldo popular en las elecciones presidenciales llevadas a cabo en 2023.
Una de las instancias que ayudó arduamente para que el representante del partido político Movimiento Semilla pueda ocupar la silla presidencial, fue la Organización de Estados Americanos (OEA).
Tras las presiones judiciales ejercidas por la Fiscalía guatemalteca, Arévalo viajó a Washington, Estados Unidos, para reunirse con el Secretario General de la OEA, Luis Almagro.
Desde la instancia, Almagro expresó su preocupación por la persecución política desde las instituciones de justicia de Guatemala contra el partido Semilla y su candidatura.
Sobre el encuentro, Arévalo comunicó: “Tuvimos una reunión realmente muy sustantiva. Ellos (OEA) tomaron nota, pues reconocen que esto constituye una intimidación desde las instituciones de justicia hacia nosotros”.
A partir de ese momento la OEA acompañó el proceso de transición de mando. De hecho, el Secretario General Almagro estuvo varios días en Guatemala reuniéndose con el gobierno de Alejandro Giammattei, con Arévalo y autoridades judiciales, en el marco de una misión de observación.
Fue en las elecciones presidenciales celebradas el 25 de junio, en las que Arévalo logró su paso a la segunda vuelta.
Cinco días después del resultado electoral, en el que los candidatos más votados fueron la conservadora exprimera dama Sandra Torres, con el 15% del apoyo, y Arévalo, con el 12%, la Corte de Constitucionalidad ordenó la repetición del escrutinio a petición de nueve partidos políticos tradicionales.
Pese a que el Tribunal Supremo Electoral revalidara los resultados tras la revisión, las formaciones políticas denunciaron “vicios e inconsistencias en los resultados de los comicios".
Posteriormente, el 20 de agosto, Arévalo obtuvo la victoria en la segunda vuelta con un respaldo popular del 58.01%.
El sociólogo de profesión se impuso frente al 37.24 % de los sufragios de su contrincante en el balotaje, Sandra Torres.
La inconformidad de varios partidos políticos respecto al triunfo de Arévalo escaló hasta el Ministerio Público de la nación centroamericana, institución que por consiguiente anunció la inhabilitación del Movimiento Semilla por la supuesta “falsificación de firmas de afiliados al partido”.
Desde entonces, Arévalo ha alzado la voz en diferentes tribunas internacionales para intentar “cerrar una época tenebrosa de cooptación corrupta”.
Horas antes de que se lleve a cabo su toma de posesión, el también diplomático y escritor guatemalteco sostuvo: "Tenemos delante de nosotros una oportunidad y un desafío para reconstruir y fortalecer instituciones que por muchos años han sido debilitadas e instrumentalizadas para el beneficio de unos pocos”.
Mediante un clima de incertidumbre, el presidente electo sucede en el poder al gobernante Alejandro Giammattei, integrante de la coalición política Vamos.
