Así impacta a la comunidad migrante la orden ejecutiva de Trump en la que se instaura al inglés como lengua oficial de Estados Unidos
El presidente republicano, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva que instaura al inglés como lengua oficial de Estados Unidos, revocando otro decreto del año 2000 que fue firmado por el expresidente demócrata Bill Clinton.
"Un idioma designado a nivel nacional está en el núcleo de una sociedad unificada y cohesionada, y Estados Unidos se fortalece con una ciudadanía que puede intercambiar ideas libremente en una lengua compartida", explicó la Casa Blanca en un texto divulgado el sábado.
Según el documento, el objetivo es "promover la unidad" en un país caracterizado por la inmigración procedente de todo el mundo.
Aunque la orden ejecutiva deroga el decreto de Clinton, que exigía a las agencias federales y a los organismos que recibían financiación del gobierno facilitar el acceso a los servicios públicos de las "personas con un dominio limitado del inglés", la nueva orden señala que las dependencias gubernamentales seguirán teniendo flexibilidad para decidir cuánta ayuda ofrecer en idiomas distintos.
La Casa Blanca reconoce en el documento que en Estados Unidos se hablan más de 350 lenguas, pero subraya que el inglés ha sido el idioma nacional "desde la fundación" del país y que "los documentos históricos" como la Declaración de Independencia y la Constitución han sido redactados en esa lengua.
La determinación de Trump representa el segundo golpe al idioma español desde que regresó al poder el 20 de enero, ya que ordenó cerrar la página web de la Casa Blanca en ese idioma.
Según el centro de reflexión The Hispanic Council, más de 43 millones de personas hablan español de manera nativa en Estados Unidos, una cifra que sube a 57 millones si se tiene en cuenta a aquellos que tienen conocimientos limitados.
Pero no solo el español se vería implicado en esta determinación, ya que otros idiomas de grupos de inmigrantes como chinos y vietnamitas, así como decenas de lenguas tribales de los nativos americanos, verían el impacto de la determinación.
El panorama lingüístico estadounidense es complejo, ya que en varias ocasiones numerosos proyectos de ley han fracasado en el Congreso en su intento de declarar el inglés como lengua oficial.
