Autoridades de EE. UU. capturan al presunto asesino de cinco hondureños en Texas
Luego de al parecer asesinar a cinco personas, incluido un niño de nueve años el pasado 28 de abril, un hombre de 38 años de origen mexicano identificado como Francisco Oropeza ha sido capturado la tarde del pasado martes 2 de mayo en Conroe, Texas (EE. UU.).
Las autoridades del condado de Montgomery (Texas) precisaron que el arresto se efectuó a 32 kilómetros de la escena del crimen sin que Oropeza pusiera resistencia.
Antes de su detención, Oropeza era el hombre más buscado por la Policía de Texas desde la noche del viernes, cuando presuntamente disparó con un rifle en contra de cuatro adultos y un menor de edad, todos de origen hondureño, en la localidad de San Jacinto.
Tanto el Buró Federal de Investigaciones (FBI), como el gobernador de Texas, Greg Abbott, ofrecieron una recompensa de más de 50.000 dólares a quien pudiera dar información sobre el paradero del individuo.
Para dar con el aparente homicida, al menos 250 agentes adjuntos a las fuerzas de seguridad de Texas se desplegaron por todo el estado.
Durante el operativo, la Policía utilizó drones y canes entrenados para seguir la pista del fugitivo, quien huyó, según los cuerpos de seguridad, a una zona boscosa.
Al tiempo, las autoridades migratorias, confirmaron que Oropeza había sido deportado a su país (México) en varias oportunidades: 2009, 2012 y 2016.
De acuerdo con reportes policiales el sujeto asesinó a cinco de sus vecinos a consecuencia de una fuerte discusión, cuando le reclamaron por hacer una práctica de tiro con un arma semiautomática en un lugar cercano.
“Nos dijo que esa era su propiedad y que él podía hacer lo que quisiera”, dijo el padre de una de las víctimas.
Oropeza, su esposa e hijo llevaban entre cinco y seis años viviendo en Cleveland, Texas. Sin embargo, allegados de las víctimas sostienen que en otras ocasiones los vecinos del sector llamaron a la Policía para pedir al oriundo de Puebla que dejara de disparar en el vecindario.
