Brujería, corrupción y un "falso Chávez": Habla el excandidato presidencial, Jesús Caldera
Jesús Caldera Ynfante es un político, abogado y fue candidato presidencial de Venezuela por el partido Nueva Alianza Progresista, pero además vivió de cerca la realidad del chavismo pues le fue confiado el Fondo de Garantía de Depósitos y Protección Bancaria (Fogade) hasta el año 2005, hoy es un venezolano exiliado, que en el marco de la presentación de su libro ‘Democracia Integral’ ha decidido revelar los oscuros secretos del régimen venezolano en exclusiva para el equipo digital de NTN24.
EL VERDADERO CHÁVEZ
Caldera Ynfante, quien conoció de cerca a Hugo Chávez y llegó a ser halagado por este en público, le señala de ser un falso humanista, afirma que “a Chávez no le importaba la dignidad de las personas”. Mantiene que salió de Fogade por ‘diferencias insalvables’ con el gobierno, una de estas “el falso anti-imperialismo de Chávez porque me consta que cuidaba con celo que los despachos de petróleo a los EEUU se hicieran sin fallas, haciéndole creer al pueblo, en sus discursos, que luchaba contra ellos”.
Destaca también el apoyo de Chávez a grupos como las Farc, ELN y otros ilegales “como ‘vanguardia bolivariana’ usada en su pretensión de apoderarse, con ellas, del Estado y las instituciones colombianas”.
Sin embargo, afirma que “el choque mayor” lo tuvo por la falsa espiritualidad del expresidente quien, según sus palabras, “no era más que superstición y brujería”.
Relata que la ministra cubana Bárbara Castillo Cuesta le indicó que para servir a la ‘revolución bolivariana’ debía consagrarse a la santería, “es decir, tenía que practicar la idolatría, la superstición y la fetichería, una conversión al oscurantismo, que incluye sacrificios de animales y rituales macabros en Pinar del Río, Cuba”.
Explica Caldera que Chávez estuvo tan convencido del ‘poder’ de la santería cubana que a finales del año 2004 cerró la capilla de Nuestra Señora de Coromoto que funcionaba en el Palacio de Miraflores. Resalta que Nicolás Maduro sigue las mismas prácticas.
SOBRE SU SALIDA DE FOGADE
Caldera Ynfante o “Chucho” como también se le conoce, salió del país acusado de presunta corrupción mientras dirigió Fogade, al respecto dice que “todo obedeció a una orquestada venganza política para acabar con mi reputación, restar credibilidad a las demandas contra banqueros prófugos o malas paga, para silenciarme y desacreditarme. Era mejor para ellos acallar un funcionario insobornable que pagarle cientos de miles de millones de dólares al Estado venezolano y usaron los medios de comunicación a su alcance para lograrlo, como Ultimas Noticias, Panorama y otro”.
Mantiene que le realizaron un juicio político “sin tener fuero para ser objeto del mismo y me negaron el derecho al debido proceso, no me permitieron defenderme”.
Considera que el ataque del régimen fue porque “adversé una estructura política que ya entonces operaba como una empresa criminal”.
Revela que actualmente vive “de manera austera” con lo que percibe como profesor en reconocidas universidades de Colombia.
MADURO Y CHÁVEZ
Sobre la mesa siempre ha estado el debate de si la culpa de la crisis venezolana ha sido de Hugo Chávez o de Nicolás Maduro, muchos de los seguidores del fallecido presidente culpan a su sucesor de la actual situación, sin embargo, Caldera afirma que “la hambruna generada por motivos políticos e ideológicos, la subnutrición, la desnutrición, la pobreza extrema y la ejecución de políticas de exterminio por privación de alimentos y medicinas para causar daño contra la población civil disidente, que padece la población venezolana, se evidencia en la gestión de Nicolás Maduro pero sus raíces fueron sembradas por Hugo Chávez, cumpliendo las ordenes de sus amos dominantes Fidel Castro y demás agentes de la tiranía cubana”.
Para Caldera, se trata de una “concepción política” que tiene como patrón “mientras más vulnerables más manipulables. Mientras más pobres menos se rebelan contra la dictadura”.
EL PAPEL DE GUAIDÓ
La figura de Juan Guaidó ha sido imposible de obviar en este año, al respecto el expresidente de Fogade afirma que ha sido un líder joven “conectado con la esperanza”, pero advierte que “ni Maduro puede aplastar a la alternativa democrática que se le opone, ni la oposición tiene la fuerza para derribarlo”.
En cuanto a los escenarios para una salida a la crisis venezolana, Caldera considera que “si la opción de la intervención militar extranjera es descartada por la mayoría de los países que buscan una solución a la crisis venezolana solo quedan estos caminos: la renuncia de Nicolás Maduro promovida por las Fuerzas Armadas; la insurrección militar; la rebelión popular; un levantamiento combinado cívico-militar; la negociación, aprovechando la mediación Noruega y el acompañamiento de la comunidad internacional o la convocatoria a elecciones por parte del Consejo de Seguridad de la ONU de forma vinculante”.
Aconseja a Guaidó asumir las reuniones en Noruega con prudencia, seriedad, transparencia y responsabilidad ante el país, sin dejar de lado el apoyo de la comunidad internacional.
LA SUBLEVACIÓN DEL 30 DE ABRIL
Para Caldera Ynfante, en la sublevación militar del pasado 30 de abril en Caracas “es inocultable que hubo improvisación y que los altos mandos militares controlaron la situación a favor de Nicolás Maduro o no tuvieron el coraje de darle la estocada final a su gobierno”.
Confiesa que “tengo información confiable que indica que Diosdado Cabello está tendiendo puentes con agentes de inteligencia de Trump y que otros altos jerarcas del gobierno de Nicolás Maduro están hablando con la CIA en estos momentos, desesperados por no encontrar salida al proceso de destrucción en que tienen al país, con la finalidad de buscar avales que les permitan ciertas garantías personales una vez dejen el poder en Venezuela”.
UN MADURO DÉBIL
Consultado sobre el poder político que hoy ostenta Nicolás Maduro, dice que “hoy es un rehén de sus miedos, es un prisionero de sus temores. No tiene paz interior y la desconfianza lo abruma”, considera que el régimen está en una “etapa terminal que apenas se mueve en modo zombie”.
Sin embargo, considera que el chavismo-madurismo debe “contar con garantías” para participar en un eventual proceso democrático pues “no los podemos aplastar repitiendo la perversidad con la que obra la dictadura contra la oposición”.
DEMOCRACIA INTEGRAL LIBRO
Este año, Jesús Caldera Yfante ha publicado un nuevo libro cuyo nombre es ‘Democracia Integral’, sobre este explica que “resume nuestra tesis doctoral que hemos concebido desde un enfoque humanista cristiano con énfasis en la promoción y garantía de la dignidad humana”.
A su juicio, la democracia no se mide por el número de votaciones y un ejemplo claro para él es la situación de Venezuela.
El libro pronto se divulgará de manera virtual y gratuita “dadas las dificultades que hay en nuestra Venezuela para ingresar y distribuir libros en físico”.
A CONTINUACIÓN LA ENTREVISTA ÍNTEGRA REALIZADA POR BERNARDO LUZARDO:
1- Dirigió Fogade durante un año, ha dicho que encontró diferencias "insalvables" con el gobierno, por ejemplo ¿Cuales?
R.- A mi llegada me animaba el deseo de fomentar el acceso al crédito y la bancarización de los sectores populares excluidos del sistema financiero en línea a lo que llamo la democratización económica con respeto a la propiedad privada, para hacer productivos una gruesa cantidad de activos, paradójicamente inactivos, que no cumplían con una función social y económica. Diferencias insalvables surgieron en varios aspectos. Desde el punto de vista ontológico y filosófico, por el falso humanismo de Chávez que cliché, una muletilla, una coraza usada en los medios de comunicación para encubrir el comunismo radical que él profesaba. Siendo yo militante del humanismo cristiano, defensor de la dignidad humana y el respeto a las personas, choqué de frente contra ese proyecto comunismo despersonalizado del venezolano, solapado bajo la frase de Socialismo del Siglo XXI, concebido para convertir en siervos sin derechos a todos los venezolanos, unos súbditos de un Estado opulento y despilfarrador en manos de la cúpula chavista, dóciles a los amos cubanos, con el que pretendía suplantar el Estado democrático constitucional, el modelo republicano de gobierno, para imponer de contrabando un Estado comunal, hegemónico, autoritario siguiendo la fallida ideología comunista que Fidel Castro le sirvió en bandeja de plata a un líder con formación ideológica, como Hugo Chávez, narciso y vanidoso, que se creyó el cuento que le metió Fidel Castro en la cabeza de que el militar con poder de Sabaneta de Barinas era un nuevo Bolívar, un nuevo Jesucristo. Este terminó siendo un simple rehén, un instrumento en manos de Fidel Castro y la satrapía cubana, quien lo alababa, halagaba y envanecía a su antojo exacerbando su narcisismo y la egolatría. Lo que no pudo conseguir Fidel Castro para aprovecharse de las riquezas del país con las invasiones militares de Tucacas y Machurucuto en 1966 y otras contra Venezuela, lo logró con halagos y con brujería y bacanales. A Chávez no le importaba la dignidad de las personas. Como buen comunista, cultor del materialismo histórico, las asumía como una cosa, un objeto sustituible, reemplazable como un fusible quemado. El Gral. Raúl Baduel es una muestra, entre miles, del utilitarismo que practicaba. Nunca consideró a la persona humana un fin en sí misma, que merece ser valorada, respetada y protegida. Choqué contra el falso nacionalismo de Chávez porque le entregó la independencia, la soberanía y la riqueza de nuestra patria a los Castro y el régimen tiránico de Cuba. Choqué contra el falso anti-imperialismo de Chávez porque me consta que cuidaba con celo que los despachos de petróleo a los EEUU se hicieran sin fallas, haciéndole creer al pueblo, en sus discursos, que luchaba contra ellos. Todo un ejercicio de cinismo. Sus dólares alimentaron la maquinaria de corrupción y despilfarro en que devino la tal revolución mientras apelaba a señalar a los EEUU como un enemigo externo para aglutinar su base electoral a sabiendas que nunca los gringos le atacarían mientras tuvieran seguros sus despachos de hidrocarburos. Además, choqué con el apoyo que se le daba a las FARC, ELN y otros grupos ilegales como “vanguardia bolivariana” usada en su pretensión de apoderarse, con ellas, del Estado y las instituciones colombianas.
Peor aún, el choque mayor se produjo por la falsa espiritualidad de Chávez, que no era más que superstición y brujería, evidenciada por mi negativa a someterme a las directrices de dirigente cubana Bárbara Castillo Cuesta, Ministra de Comercio Interno de Cuba, tristemente recordada por el caso impune de Pudreval, allá en 2008, cuando ella mandaba en Bolipuertos y Bariven, manejando compras internacionales por unos 2000 mil millones de dólares. Activos del Fondo para empresas mixtas con el gobierno cubano. Bárbara Castillo Cuesta daba órdenes y gobernaba en Venezuela Me negué a darle información privilegiada de la Banca venezolana. Ella tenía instrucciones de Chávez para dirigir la lucha contra la “burgesía financiera” y pretendían la estatización o la nacionalización de la banca. Le pedí a Chávez que me aclarara el asunto, al que me opuse de forma contundente, y me comentó, sin pudor, que se debía crear la “red bancaria socialista”, que era una nacionalización en la práctica pero que no convenía llamarlo así porque lo iban a tildar de “comunistas”. Luego vinieron las compras y la creación de bancos por parte del Estado venezolano en cabeza de fichas de la nomenclatura roja. La ministra cubana, en mención, me indicó que para servir a la “revolución bolivariana” había que consagrarse a la “santería” y estar “despojado de malas influencias”, es decir, tenía que practicar la idolatría, la superstición y la fetichería, una conversión al oscurantismo, que incluye sacrificios de animales y rituales macabros en Pinar del Río, Cuba. Tan convencido estaba Chávez ayer del “poder” de la “santería” cubana, como lo está Nicolás Maduro, que a fines de 2004 decidió cerrar la Capilla de Nuestra Señora de Coromoto que funcionaba en el Palacio de Miraflores. Para Chávez el comentario de un brujo valía más que la opinión de un experto. Mucho me temo que para Nicolás Maduro también.
Esta doña presumía y alardeaba de su cercanía con el histórico del régimen cubano José Ramón Ventura, Vicepresidente de Cuba 2008, segundo al Comité Central del Partido Comunista antillano, quien ya en 2004 operaba regularmente, de forma sigilosa y sin dejar rastros, tanto en Miraflores como en PDVSA y en Fuerte Tiuna siendo Alí Rodríguez Araque el enlace directo y secreto con el mandamás cubano.
2- Sale del país acusado de presunta corrupción ¿Qué dice al respecto?
R.- Me opuse a una serie de negociados que se daban libremente en la institución con sus bienes y sus activos a favor de los cabecillas de la empresa criminal en que resultó la llamada “revolución”. Por escrito, puse a Chávez al tanto de los mismos. Nunca hizo nada. Hice pública la forma como, antes de mi llegada, se apropiaron ilegalmente del Hotel MareMares en Anzoategui, por citar un caso. Como presidente del Consejo Superior Bancario rechacé la creación de algunos bancos por dudas en el origen de sus capitales todos vinculados con operaciones con jerarcas del gobierno. Desde ese cargo incidí para que la Nación actuara en Ohio, EEUU y Lugano, Suiza, en los procesos de las llamadas “notas promisorias” en salvaguarda del patrimonio público, ganándome el enojo de quienes en el alto gobierno estaban detrás de esos pleitos multimillonarios. Demandé, a mediados de 2005, antes de que prescribieran las acciones judiciales, a los banqueros que recibieron grandes auxilios financieros en la crisis de 1994: Juan Domingo Cordero, representante del Banco Barinas, fue demandado por más de 148 millardos; Rafael Martín Guédez, José Ginoves La Rosa, Enrique Olivares, Eduardo Escobar y Gustavo Llerasel, accionistas del Grupo Amazonas, por 33 millardos; Antonio Polanco, Miguel Boccardo, Carlos Meneces, Ariel Prat, Jorge Delano, Mauricio García Araujo y Armando Espina, del Grupo La Guaira, por 183 millardos y José Luis Revenga del Grupo FIVECA por 52 millardos y se demandó a los accionistas del Banco Latino por 300 millardos de bolívares, así como contra el Grupo Latinoamericana Progreso.
También ordené la demanda contra el grupo Confinanzas – Metropolitano -Crédito Urbano, cuyo principal accionsita, David Brillembourg, era pariente de los entonces dueños de la Cadena Capriles, vinculados al Banco Mercantil y algunos de ellos manejaban las operaciones de especulación con el dinero de la tesorería de entidades del mismo Estado. Últimas Noticias, con Eleazar Díaz Rangel, ficha de José Vicente Rangel, entonces Vicepresidente de la República, me atacó de forma atroz, porque, durante la gestión de Rómulo Henríquez en FOGADE, ficha del entonces Vicepresidente, nunca movieron ni una paja para recuperar ese dinero a favor del Estado venezolano y jugaron a que las acciones judiciales no se interpusieran. Recuerdo que Banco de Maracaibo, cuyos accionistas era dueños de Panorama, estaban en esa lista de morosos ante el Estado. La mayoría de esos factores de poder no me perdonaban que, un abogado trujillano, sin vínculos ni ataduras con quienes se han lucrado de la ubre del Estado, los hubiere demandado interrumpiendo así la prescripción de esas acciones judiciales que, de haberse consumado, les hubieren permitido no pagarle los auxilios financieros que les habían sido dado durante la crisis bancaria de 1994. Hice lo correcto. Salí del país hace 12 años y no supe de las decisiones que hayan adoptado en esos procesos judiciales. Me metí a redentor del dinero público y terminé crucificado por los grupos económicos y sus aliados dentro la “revolución” que nunca le pagaron al Estado y se enriquecieron a sus anchas.
Luego, con ese contexto, podrás percatarte que todo obedeció a una orquestada venganza política para acabar con mi reputación, restar credibilidad a las demandas contra banqueros prófugos o malas paga, para silenciarme y desacreditarme. Era mejor para ellos acallar un funcionario insobornable que pagarle cientos de miles de millones de dólares al Estado venezolano y usaron los medios de comunicación a su alcance para lograrlo, como Ultimas Noticias, Panorama y otros. El proceso en mi contra es una aberración jurídica sin parangón. Me sometieron a un juicio político en la Comisión de Contraloría y en la plenaria de la Asamblea Nacional sin tener fuero para ser objeto del mismo y me negaron el derecho al debido proceso, no me permitieron defenderme. La Comisión de Contraloría me absolvió a mediados de 2006 y, a inicios de 2007, reabrieron un caso ya cerrado, para declararme responsable en lo político sin haber sido escuchado de nuevo, sin derecho a la defensa, violando el principio de ser sancionado dos veces por los mismos hechos. Esas actuaciones, plagadas de “pruebas” ilícitas, violatorias del debido proceso, las pasaron luego a la Fiscalía General de la Nación que, sin acato a la Constitución, sin evidencias en mi contra, ordenó medida privativa de libertad sobre mi persona en mayo de 2007, urdida entre el entonces Ministro del Interior, Pedro Carreño y sus fichas partidistas en la Fiscalía de Isaías Rodríguez. Una treta política para tratar de enlodar mi reputación. Pedro Carreño abogaba para que quienes se habían apropiado del Hotel MareMares no fueran tocados durante mi gestión. Una confabulación de miserias humanas y vulgares intereses personales escudados en la parafernalia pomposa de la palabra “revolución”. Adversé una estructura política que ya entonces operaba como una empresa criminal, una estructura organizada de poder que tenía en los activos y la prescripción de las acciones judiciales frente los auxilios financieros que la institución había otorgado en 1994 una veta para enriquecerse ilícitamente. Mira lo que pasó con el supuesto violín Stradivarius que unos banqueros dejaron en garantía de los auxilos financieros, por un monto de 5 millones de dólares, que al serv verificado por exertos, durante mi gestión, terminó siendo un mamarracho de instrumento musical que no valía ni 30 dólares a precios de 2004.
No soy perfecto, seguramente cometí errores, pero nunca podrán tildarme de deshonesto o ladrón. Vengo de un origen pobre, formado en valores y mi familia lucha día a día, como cualquier venezolano, para sobrevivir en medio de esta tragedia nacional. Contra mi persona no hay una sola prueba, ni una evidencia para demostrar que haya enriquecido de forma ilícita. Han buscado hasta debajo de las piedras y nada han conseguido ni conseguirán. La riqueza, como la tos, no se puede ocultar. Nunca me rendido ante la adversidad por la fe que profeso a Dios. Con muchos sacrificios, estudié de nuevo, convalidé el título de abogado y obtuve un Doctorado en Derecho. Vivo de manera austera con lo que percibo como profesor en reconocidas Universidades de Colombia. Con el sudor de mi frente, sorteando muchas dificultades económicas, con prudencia, fortaleza y templanza, trato de sacar mi familia adelante, sin claudicar ante la adversidad y sin reparar en el monumental olvido de quienes antes tendían alfombras rojas a mi paso. Perdono a quienes me persiguieron. Ruego a Dios para que sane sus corazones. No les guardo rencor.
3- La actual crisis humanitaria de Venezuela es también culpa de Chávez o solo de Maduro?
R.- Chávez concebía la persona humana como un instrumento, una herramienta, sin derechos y sin futuro, para mantenerse en el poder. Nicolás Maduro también. La hambruna generada por motivos políticos e ideológicos, la subnutrición, la desnutrición, la pobreza extrema y la ejecución de políticas de exterminio por privación de alimentos y medicinas para causar daño contra la población civil disidente, que padece la población venezolana, se evidencia en la gestión de Nicolás Maduro pero sus raíces fueron sembradas por Hugo Chávez, cumpliendo las ordenes de sus amos dominantes Fidel Castro y demás agentes de la tiranía cubana. Es el resultado de la combinación fatídica de ambas gestiones. La emergencia humanitaria compleja que somete a situación de sobrevivencia a la población venezolana es responsabilidad compartida de ambos. No son simples errores en la conducción del gobierno. No. Ello, es el resultado de una concepción política que tiene como sustrato la idea perversa de arruinar la persona para controlarla electoralmente ya que se nutre de la generación de miseria, se basa en la producción de pobreza, a gran escala, para restarle autonomía a los venezolanos, hacerlos cada día más dependientes del gobierno y sus dádivas, tan excluyentes que quien no se somete al control biométrico de la dictadura, es decir, quien no tiene el Carnet de la Patria, no recibe beneficios, se muere de hambre o de mengua: No es un ciudadano sino un enemigo al que hay que eliminar. Mientras más vulnerables más manipulables. Mientras más pobres menos se rebelan contra la dictadura. Es una política con una intencionalidad criminal de ultrajar la dignidad humana y menospreciar la vida para someter a su control a la persona, lo cual configura delitos de lesa humanidad como el exterminio o el genocidio, por ejemplo. Es el bio-poder o la bio-política en sentido negativo, para humillar a los venezolanos y convertirlos en siervos dóciles, en mendigos sin derechos. Los actuales gobernantes procuran de forma dolosa, de mala fe, la servidumbre y el servilismo de los venezolanos ante la dictadura. Es una política criminal que persigue restringir el acceso de alimentos y medicamentos de la población civil, ejecutada de manera dolosa y sistemática, una práctica de exterminio, que por sus proporciones, ya califica como una práctica de genocidio penalizado conforme al artículo 7 del estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional. En esto, la participación de los máximos jerarcas de la tiranía cubana tiene mucho de responsabilidad. Venezuela no ha ingresado al siglo XXI y esta dictadura hizo retroceder a los venezolanos a inicios del siglo XX por el atraso, la miseria y la pobreza generalizada de nuestra población para controlar su vida, que renuncien a sus derechos, impedir que se rebelen contra la opresión y que les obedezcan dócilmente. El venezolano sobrevive a duras penas y pasa su vida en una cola buscando alimentos, haciendo trueques de productos, sin medicinas, sin agua, sin luz eléctrica, sin combustibles, sin otra prioridad que no sea subsistir y cuando protesta resulta víctima, además, de un Estado de represión y muerte. Entre rebelarse y sobrevivir, opta por sobrevivir. Esta política inhumana es una forma de perversidad del mal, de regocijo por el sufrimiento de la persona humana. ACNUR indica que cuatro (4) millones de hermanos venezolanos han sido víctimas de desplazamiento forzado transnacional y sobreviven en varios países de manera precaria dando cuerpo a una espantosa crisis de refugiados regional. Es demasiado el dolor de millones de hermanos. Causa infinita la tristeza la profundización de una emergencia humanitaria compleja plenamente evitable causada por motivos ideológicos funcionales a la continuidad del régimen cubano y la de sus instrumentos dentro del poder en Venezuela, con Nicolás Maduro a la cabeza. Insoportable la perversidad del mal de quienes ocultan el cataclismo humanitario y lo agravan dando continuidad a la crisis política. Resulta urgente la adopción de una solución política, mediante la negociación con supervisión internacional, que sane de raíz la situación de miseria, hambruna, persecución y desplazamiento de nuestra población fomentada por motivos políticos e ideológicos de un régimen, manipulado por la tiranía cubana, que no conoce la caridad, la compasión ni la clemencia. De no darse esa solución con prontitud, mediada por la racionalidad y la prudencia política, la República se encamina al abismo de su propia disolución, la violencia entre hermanos tomará por asalto la vida de la Nación y con la destrucción y la muerte estaremos arriesgando el futuro de las presentes y de las venideras generaciones de venezolanos.
4- ¿Va bien Juan Guaidó?
R.- Es un líder joven que ha conectado con la esperanza de cambio de un pueblo harto de humillaciones y vejámenes. Las movilizaciones y la presión interna y externa han sido activadas con sentido de la oportunidad sin lograr, por lo pronto, producir la salida de Nicolás Maduro del poder. Las movilizaciones populares sin fractura real de los factores militares que sostienen el régimen conducen a una situación de equilibrio dañino, un estancamiento destructivo, donde quienes más pierden son los venezolanos pobres que no tienen vida digna, que hoy no tienen futuro, aquella enorme mayoría nacional que simplemente sobrevive. Ni Maduro puede aplastar a la alternativa democrática que se le opone, ni la oposición tiene la fuerza para derribarlo. En esta situación de parálisis mortífera, sus planteamientos, de cara a la transición política, montados sobre escenarios de corto plazo que no han dado los resultados inmediatos esperados, tienen que ser evaluados de manera serena. Si la opción de la intervención militar extranjera es descartada por la mayoría de los países que buscan una solución a la crisis venezolana solo quedan estos caminos: la renuncia de Nicolás Maduro promovida por las Fuerzas Armadas; la insurrección militar; la rebelión popular; un levantamiento combinado cívico-militar; la negociación, aprovechando la mediación Noruega y el acompañamiento de la comunidad internacional o la convocatoria a elecciones por parte del Consejo de Seguridad de la ONU de forma vinculante; la no deseada intervención militar internacional, con base al principio de la “responsabilidad de proteger” que incumbe a todo Estado en situaciones humanitarias crónicas y crisis políticas severas como la que vive Venezuela o la incursión militar unilateral de EEUU y otros Estados de América si entra en vigencia el TIAR.
Ahora bien, un político sabe que las soluciones mágicas no cuentan y siempre hay que lidiar con la dura realidad, sin caer en la tentación de la improvisación y el cortoplacismo. Nunca puede dejar de apostar por la vía política dada la poca factibilidad práctica y los daños colaterales de una guerra entre venezolanos. Con prudencia, seriedad, transparencia y responsabilidad ante el país, con el apoyo de la comunidad internacional, debe asumir, sin disimulos, que la mediación de Noruega es un mal menor para nuestra población comparada con los daños colaterales de una intervención militar extranjera, ya que dicho mecanismo, con reglas claras y compromisos verificables, puedo traducirse en una negociación política entre gobierno autoritario y oposición que desemboque en elecciones libres, que pueden ser convocadas, supervisadas verificadas por el Consejo de Seguridad de la ONU y demás instancias de apoyo creadas en la comunidad internacional (Grupo de Lima, Grupo de Contacto UE, Ininiciativa de Montevideo), sin presos políticos, sin partidos ni líderes inhabilitados, un nuevo censo electoral donde voten los desplazados en distintos países del mundo y un CNE imparcial que, por los niveles de desconfianza, podría ser presidido por un agente designado por el Consejo de Seguridad de la ONU dado que el escalamiento del conflicto venezolano es una amenaza concreta a la seguridad y la paz regional y, por los intereses de Cuba, Irán, Rusia, China y EEUU, en juego, pueden generar una catástrofe militar y humanitaria de repercusiones globales.
El reto de Guaido es definir una agenda propia, donde prime el interés superior de la nación, entendiendo que el régimen autoritario y el chavismo-madurismo cuentan con un apoyo militar que lo sigue sosteniendo por el momento, que siguen siendo parte de la dura realidad que hay en el escenario y que tienen presencia en la vida política y deben tener un espacio en la construcción de una transición política que parte por reconocer su existencia como paso necesario para llevar adelante, mediante el diálogo y la deliberación, la transición política que cuyo sector habrá de comprometerse a respetar una vez pactados los acuerdos fundamentales, los umbrales mínimos para lograr la pronta restauración de la civilidad, el entendimiento, la paz social, la convivencia pacífica entre venezolanos con perdurabilidad política y económica en el tiempo.
En el futuro inmediato, en Venezuela tiene que desarrollarse un proceso de rehumanización, tiene que imperar el respeto por la persona humana y su dignidad, donde haya igualdad de oportunidades y fomento de las posibilidades para que toda persona realice sus capacidades humanas, donde tengamos una vida mejor basada en el disfrute de nuestros derechos fundamentales con seguridad jurídica, una vida buena, donde los venezolanos vivamos sin miedo y sin daños, donde seamos cuidados y no destruidos por el Estado, donde cada persona vea realizadas plenamente sus capacidades y de modo sostenible realizar su proyecto de vida. Ante la tragedia horrorosa e indeseable del presente, tenemos que imaginar y construir un mejor futuro, donde todos quepamos, sin exclusiones, donde la felicidad de la persona humana sea realizada y que su vida tenga sentido en una Venezuela prospera, vivible, habitable, equitativa, donde lo espiritual, lo material y el cultivo de los virtudes sean garantizados y haya oportunidades reales para lograrlo como parte de la calidad de vida de toda persona humana, pensando a largo plazo, trabajando por el bien común, con sentido de sostenibilidad en función de las generaciones del futuro y de nosotros mismos.
El futuro de los venezolanos está severamente amenazado. Nicolás Maduro es muy exitoso generando pobreza porque ya 74% de los venezolanos somos pobres, ganamos en promedio menos de dos dólares al día que es la media del Banco Mundial para medir pobreza. Una hambruna está en curso contra la población de toda Venezuela. La malnutrición y el retraso del crecimiento de nuestro niños debe dolernos a todos: dictadura y oposición. En los próximos días, las bolsas CLAP, instrumento biométrico de control biológico de la vida de los venezolanos junto al Carnet de la Patria, ya no llegarán a la mayoría de nuestro pueblo por la ineficiencia del gobierno y los efectos de las sanciones económicas. La falta de gasolina se agudizará en los próximos días y los pocos productos dejarán de llegar a la mesa de la vulnerable población venezolana. Un cóctel explosivo que hace presagiar la peor situación de miseria, hambre, violencia y muerte de inocentes en la tierra de Bolívar. El colapso definitivo de un gobierno en caída libre está a la vuelta de la esquina y los venezolanos somos los grandes afectados en cuanto a la violación de nuestros derechos humanos fundamentales, que amenaza la paz y la seguridad regional. En medio de la diversidad, la oposición tiene que mantener la unidad de propósitos para lograr la restauración del orden constitucional y democrático en Venezuela por la vía política, pacífica y electoral, con apoyo de la comunidad internacional, pese a lo complejo que resulta enfrentar un aparato organizado de poder.
5- ¿Por qué fracaso el alzamiento del 30 de abril?
R.- He escuchado y leído declaraciones del exdirector del SEBIN, Gral. Manuel Ricardo Cristopher Figuera, donde señala que las ambiciones de algunos de los complotados frustraron dicha asonada. Deja en evidencia que la Fuerza Armada Nacional tiene fisuras en su interior y que el propio Ministro de la Defensa, Gral. Vladimir Padrino López contempla la opción de asumir el poder y permitir la salida del país de Nicolás Maduro y su entorno. El presidente del TSJ, Maikel Moreno, al servicio de la dictadura y empresarios cercanos a éste, son mencionados dentro de los conjurados. También confirma la injerencia repugnante e inaceptable de la inteligencia cubana en los cuarteles venezolanos. Informa que el entorno de la primera dama y la familia del propio Nicolás Maduro, pasando por “Nicolasito” están en modo “sálvese quien pueda”. La desconfianza, la deslealtad y la traición están en plena ebullición. Es inocultable que hubo improvisación y que los altos mandos militares controlaron la situación a favor de Nicolás Maduro o no tuvieron el coraje de darle la estocada final a su gobierno, como lo ha dejado saber el Gral. Cristopher Figuera y los líderes gringos Jhon Bolton, Mike Pompeo y Elliot Abrahams.
Considero, eso sí, sin ánimo desestabilizador, que el hambre tumba gobiernos. Un desenlace militar no se descarta, en las próximas semanas o meses, en la medida en que arrecie con mayor profundidad el hambre y la miseria de la población que sobrevive al borde del estallido social, ad portas de una insurrección popular, de magnitudes incontrolables por la inmensa inconformidad social de un pueblo que padece ya una situación de hambruna. Los militares tienen claro que ellos podrán seguir una vez salga Nicolás Maduro del poder. Los militares no se van a sepultar con Nicolás Maduro. Las Fuerzas Armadas están llamadas a ser el pilar estructural de la transición democrática en Venezuela y eso lo saben el Gral. Vladimir Padrino López, el alto mando y la familia militar venezolana. Cada día se agrava más la inestabilidad de una dictadura que ya no gobierna sino que se impone por la fuerza. Están dadas todas las condiciones reales para una gigantesca e incontrolada insurrección popular. Es factible que, en esa circunstancia inminente, la fuerza que sostiene a Nicolás Maduro, que es el sector militar, le quite el respaldo y lo “inviten” a abandonar el poder y, en caso de renuencia de su parte, podrían tomar el control del gobierno y del país, conformar con una Junta Militar, apoyada por civiles y amplios sectores de la vida nacional, que en muy corto plazo asuma un Gobierno Provisional que facilite la activación de la vía político- electoral y convoque a elecciones imparciales con nuevo CNE y veeduría de la comunidad internacional. En el imaginario popular los militares, de obrar así, pasarían de “villanos” a “héroes” porque conectarían con un anhelo mayoritario: la celebración de elecciones limpias y justas para superar la tragedia nacional.
Tengo información confiable que indica que Diosdado Cabello está tendiendo puentes con agentes de inteligencia de Trump y que otros altos jerarcas del gobierno de Nicolás Maduro están hablando con la CIA en estos momentos, desesperados por no encontrar salida al proceso de destrucción en que tienen al país, con la finalidad de buscar avales que les permitan ciertas garantías personales una vez dejen el poder en Venezuela. Ellos no los exime de responder, eso sí, de delitos atroces y de lesa humanidad. La inesperada visita de Cabello a Cuba, al que le atribuyen influencia sobre el sector militar, se inscribe dentro de la gestión que Canadá viene haciendo ante el régimen antillano, presionando un cambio de postura para evitar una incursión militar sobre la dictadura venezolana.
6- ¿Funcionará el intento de diálogo en Noruega?
R.- Hay varios espacios internacionales de conversaciones sobre Venezuela, como los que llevan a cabo EEUU, Rusia, Chuna, Cuba, Grupo de Lima, Grupo de Contacto de la UE, Iniciativa de Montevideo, el Vaticano, etc., para explorar una solución política a la crisis venezolana. El propio gobierno de Nicolás Maduro hace gestiones para salir de una manera “honrosa” del poder. Ha propuesto ir a unas elecciones, con Maduro como candidato, sin que la oposición acepte esa propuesta porque un sector considera que Maduro debe irse ya y así lograr el “cese de la usurpación”, que, a mi juicio, se convierte en una camisa de fuerza retórica que impide darle cuerpo a la transición democrática que nace, justamente, con la posibilidad de ganarle las elecciones a la dictadura, con una árbitro electoral confiable, con supervisión internacional y nuevo registro electoral, con el candidato que ellos pongan, sea cual fuere. En el terreno electoral la oposición es más fuerte pero hemos caído en el terreno de la violencia donde la dictadura, sin escrúpulos, impone la represión, la muerte y el terror.
Así las cosas, a mi juicio, resulta impostergable apostar por el éxito de la mediación internacional experta que lidera Noruega y que los protagonistas de la política venezolana, régimen autoritario y oposición, mediante un proceso de negociación confiable, acompañado de la Comunidad Internacional, lleguen a un Acuerdo Nacional que desemboque en unas elecciones presidenciales justas, limpias y creíbles, con un nuevo Registro Electoral y un nuevo CNE confiable para evitar se ahonden las causas de una tragedia humana que a todos debe dolernos en el alma. El Grupo de Contacto de la UE, Grupo de Lima, OEA, ONU y demás iniciativas que privilegian la solución política y la convocatoria a elecciones limpias y libres por sobre la solución militar deben seguir desplegando su capacidad de persuasión sobre Rusia, China y Cuba, factores geopolíticos que respaldan al régimen de Nicolás Maduro. La guerra no es la solución. Agrava aún más el dolor y la tragedia venezolana. Quienes militamos en humanismo cristiano respetamos y protegemos la vida. Apoyar la negociación política no es popular pero es un imperativo ético. La solución tiene y debe surgir entre los venezolanos. Cuatro millones de refugiados venezolanos en el mundo tienen que dolernos. Sólo un indolente o un ciego político no cae en cuenta del daño tan grande que padece nuestro pueblo. Convenir que se designe un nuevo CNE y se realicen elecciones limpias y libres erradica la causa de la crisis política del país. La negociación es factible, necesaria e inaplazable porque de lo contrario ardería Roma. El Gral., Padrino López ha dado muestras de apego al proyecto político de Chávez-Maduro. Ahora se le pide que se ponga del lado de la Constitución y del lado del pueblo venezolano para que impida una guerra fratricida entre hermanos. De él depende, en buena medida, detener la barbarie que asoma en el descontento de un pueblo hambriento, enfermo y sin futuro, cada vez más pobre y más sufrido al que poco le importará apelar a la violencia generalizada para subsistir.
De fallar la negociación, en su defecto, urge que, con la Constitución como herramienta sustancial, los venezolanos de bien que aún actúan en la Fuerza Armada detengan este cataclismo social y político que produce la mayor estampida humana del continente huyendo de unas políticas de exterminio que someten dolosamente al hambre y la enfermedad a nuestra población. Inaplazable que el pueblo todo sume su capacidad política y active el derecho a la resistencia frente a un régimen oprobioso e injusto que salga en apoyo de la Fuerza Armada Nacional en su rol de garante de la violencia institucional, del Estado democrático constitucional, el sistema de gobierno republicano y de la vigencia de los DDHH de todos los venezolanos.
7- Ha publicado 'Democracia Integral' ¿Qué lo lleva a ello? ¿Qué encontramos en este nuevo libro?
R.- Es un libro que resume nuestra tesis doctoral que hemos concebido desde un enfoque humanista cristiano con énfasis en la promoción y garantía de la dignidad humana. La democracia no se agota en la mecánica electoral sino que alcanza materialidad cuando permite el goce de los derechos por la persona humana que viviendo en el Estado democrático constitucional es respetada y valorada como un fin en sí misma y no como una cosa, una mercancía, una código de barras, como acontece con el comunismo fracasado que somete a los venezolanos.
Es imperioso que la dignidad humana sea garantizada y sea respetada tanto cuanto los derechos humanos fundamentales de los venezolanos sean satisfechos a cabalidad y sin exclusiones en un país vivible, habitable, donde seamos felices y podamos desarrollar nuestro proyecto de vida valioso, sin daños ni atropellos, sin miedo ni temores, en Democracia Integral en la Nueva Venezuela que tenemos que imaginar y construir entre todos.
La democracia no se mide por el número de votaciones sino en tanto permita que cada cual elija un proyecto de vida valioso y cuente con igualdad de oportunidades para realizarlo, desplegando su tantos y sus capacidades, para que cada persona cultive sus virtudes y consiga felicidad y florecimiento humano para su propio bien, con una vida buena, una vida de calidad, comprometido con el bien común, es decir, contribuyendo a la felicidad social, a la felicidad de todos. Esa es la utopía que nos mueve ante los horrores de esta tragedia indeseable que supera cualquier distopía de terror por perversa que se hubiere imaginada. La realidad de la tragedia venezolana supera la ficción. Ha habido 17 consultas populares y nuestro pueblo se muere de hambre. Allí está la mejor demostración de que una democracia no se limita a elecciones sino a promover el respeto por la persona humana y goce efectivo de todos sus derechos. La democracia es el derecho de los derechos fundamentales. Es la que garantiza el derecho a tener y gozar efectivamente nuestros derechos con apego a la Constitución, con libertad, justicia, equidad y seguridad jurídica. Este enunciado se correspnde con la aspiraciónde conformar un nuevo orden social, jurídico y político más humano, más cristiano, más fraterno, más amistoso y empático, donde el amor al prójimo y el servicio a los demás sea una premisa cardinal de la Venezuela por venir.
Es la hora, inclusive, de conformar un Movimiento de Salvación Nacional entre los distintos factores de poder, en pugna, que priorice la solución inmediata a la tragedia humanitaria y, de común acuerdo, entre hermanos venezolanos, fijen las condiciones mínimas para una transición política que garantice elecciones presidenciales limpias y trasparentes, con acompañamiento internacional, que fije unas pautas de justicia transicional, una Comisión de la Verdad internacional, un proceso de verdad, reparación y no repetición de violación de DDHH y que, con reglas claras, juzgue a los máximos responsables de delitos de lesa humanidad, sin impunidad, pero sin persecuciones políticas contra quienes militan y apoyan las tesis del chavismo-madurismo, un 25% de la población, que se necesario para reconstruir la democracia, restaurar el régimen constitucional y superar la violencia mediante la creación de consensos, empatía y respeto por la dignidad humana, propias de una democracia sustancial, una Democracia Integral, como la que promovemos.
8- ¿Dónde y cómo se puede adquirir?
R.- El libro lo publicó Editoral Nueva Jurídica. Pronto lo estaremos divulgando en formato virtual, totalmente gratuito, dadas las dificultades que hay en nuestra Venezuela para ingresar y distribuir libros en físico. Sin embargo, estamos haciendo lo posible para distribuirlo en nuestro país.
9- Finalmente, ¿ Cree que Maduro está débil, el chavismo dividido? ¿Le queda poco al gobierno?
R.- Con sentido autocrítico la oposición ha subestimado a Nicolás Maduro y ha menospreciado el aparato de inteligencia y la falta de escrúpulos del régimen cubano, que manda a su antojo en Venezuela. Ese es uno de los problemas de apreciación política que tenemos en cuanto a que desconocemos la capacidad de respuesta del adversario, violando una de las premisas de Sung Tzu. Hoy es un rehén de sus miedos, es un prisionero de sus temores. No tiene paz interior y la desconfianza lo abruma. De su régimen decadente y colapsado se oyen ya los estertores anunciando una caída estrepitosa. Está extremadamente débil pero aún no ha sido derrotado. Lo que resta de 2019 es un calvario para una dictadura cercada a nivel internacional, sin dinero y capacidad de respuesta para afrontar un proceso de devastación humana, sin antecedentes, fruto de su perversidad ideológica. Es un gobierno en etapa terminal que apenas se mueve en “modo zombie”. Lo único que le funciona es el servilismo extremo a la tiranía de Cuba que sigue chupándose la riqueza nacional sin disimulo. Se sostiene en el G2 cubano y su política de persecución, terror y violencia junto a un sector minoritario de los organismos de inteligencia militar. La mayoría de las Fuerzas Militares no se van a enterrar junto a Nicolás Maduro. Saben que es un gobierno fracasado que va de salida y saben que en el ocaso del mismo lo mejor para las Fuerzas Armadas es retomar su rol de garantes de la Constitución y la seguridad y defensa de la Nación con garantías para sus agentes, sus carreras y sus familias, sin hacerse de la vista gorda frente a quienes hayan delinquido o cometido delitos de lesa humanidad. Las pugnas de poder en el chavismo-madurismo afloran. No tiene respuestas para resolver la emergencia humanitaria compleja que ellos mismos crearon. La hecatombe del país es una bomba de tiempo que no tarda en estallarles en sus manos de no asumir con seriedad y sentido patrio una solución negociada o consensuada al cataclismo nacional en que está el país. La negociación política es impopular pero es ética. No produce soluciones rápidas y pasa por reconocer al otro venezolano como un adversario, nunca como enemigo, y hacer mutuas y recíprocas concesiones. Tanto, que soy de la tesis que en unas elecciones limpias y transparentes, supervisadas y verificadas por un nuevo CNE y la comunidad internacional, el chavismo-madurismo debe contar con garantías para participar con el candidato que democráticamente elijan según sus mecanismos internos de escogencia. Sea cual fuere su candidato, deben contar con garantías electorales y jurídicas, no los podemos aplastar repitiendo la perversidad con la que obra la dictadura contra la oposición. Son un 25% del país y su concurso a la construcción de una nueva Venezuela reconciliada, productiva y en paz es innegable así los radicalismos renieguen de esta postura. Ahora bien, hay quienes se empeñan en distinguir entre chavismo y madurismo. Yo digo que el madurismo es la continuidad del chavismo políticamente empobrecido. El madurismo es la versión agravada de los vicios del chavismo. Ambos se basan en el comunismo como ideología; su sistema económico es parasitario ya que dilapidó una gigantesca renta petrolera sin diversificar la productividad nacional; consideran las personas humanas como cosas; conciben al adversario político como “enemigo” al que hay que destruir y acabar; privilegian el aparato partidista antes que la persona humana; cínicamente se proclaman “nacionalistas” mientras hipotecan la soberanía nacional y entregan la riqueza nacional a la tiranía cubana. Son la misma cosa: “el mismo musiú con diferente cachimbo.”
Lo que tendrá que descubrirse, una vez salga Nicolás Maduro del poder, es la verdad sobre la muerte de Hugo Chávez. Al régimen de Cuba le interesaba tener un gobernante dócil y maleable que siguiera sus órdenes sin chistar, como Nicolás Maduro. Acelerar la muerte de Chávez, una vez enfermo, se presentaba como una opción que facilitaba el control definitivo de las riquezas de Venezuela por parte de la tiranía cubana. Quizá algún día se descubrirá hasta qué punto los agentes cubanos que lo trataron actuaron dolosamente para precipitar el final de Hugo Chávez ya que a sabiendas de que la operación del cáncer que padecía lo iba a llevar más rápido a la tumba ellos aceleraron el paso a una conducta clínica y terapéutica errada de cabo a rabo, como lo advirtieron reconocidos oncólogos y especialistas, despachando de este mundo a Chávez, dejando servido el poder a quien tenía un impedimento constitucional insalvable para asumir el cargo y ser candidato a la presidencia de la República, una vez muerto Chávez sin poder jurar el mandato, pero que garantizaba la continuación obediente del expolio y el saqueo de la riqueza nacional: Nicolás Maduro Moros.
No obstante, tenemos que imaginar una Venezuela librada en lo espiritual y libre en lo político. Tenemos que luchar por un futuro de justicia, libertad y progreso en democracia. La luz siempre vence las tinieblas. Los buenos somos más.
Redacción y entrevista: Bernardo Luzardo - NTN24
Únete a nuestro canal oficial de Telegram aquí http://telegram.me/ntn24ve
Visítanos en nuestro canal de Youtube https://www.youtube.com/NTN24com