El papa Francisco, cuyo pronóstico sigue siendo reservado, "ha retomado algunas actividades laborales" y celebró el inicio de la Cuaresma
El papa Francisco, cuyo estado de salud se mantiene "estable", celebró este Miércoles de Ceniza desde su habitación del hospital, donde recibe tratamiento desde hace veinte días, anunció el Vaticano en un comunicado.
“La salud del Santo Padre, también hoy, ha permanecido estacionaria sin presentar episodios de insuficiencia respiratoria. Como estaba previsto, recibió oxigenoterapia de alto flujo durante el día y durante la noche se reanudará la ventilación mecánica no invasiva. El santo padre aumentó la fisioterapia respiratoria y motora activa”, según Vatican News, medio oficial del Vaticano.
Mencionó que el papa “pasó el día en un sillón”. "Dada la complejidad del cuadro clínico, el pronóstico sigue siendo reservado", indicó el Vaticano en el último reporte sobre su salud.
“No se han producido nuevas crisis, continúa con oxígeno de alto flujo durante el día y ventilación mecánica por la noche. Ha retomado algunas actividades laborales”, precisó.
De acuerdo con el Vaticano, el papa Francisco participó en el rito de bendición de las Santas Cenizas y luego recibió la Eucaristía. “Por la mañana, llamó al P. Gabriel Romanelli, párroco de la Sagrada Familia de Gaza. Por la tarde, alternó descanso y trabajo”, agregó.
Los cardenales celebraron el miércoles el inicio de la Cuaresma católica en ausencia del papa Francisco, hospitalizado desde hace 20 días por una doble neumonía que mantiene a los fieles en alerta.
"Nos sentimos profundamente unidos a él en este momento y le agradecemos el ofrecimiento de sus oraciones y sufrimientos por el bien de toda la Iglesia y del mundo entero", declaró el cardenal italiano Angelo De Donaris, que leyó en su lugar la homilía de la misa del Miércoles de Ceniza.
Las celebraciones del Miércoles de Ceniza dan inicio a la Cuaresma, el periodo de cuarenta días que precede a la Pascua. El pontífice argentino, de 88 años, suele presidir la misa de este día, en la que los feligreses reciben cruces de ceniza en sus frentes.
El Vaticano indicó este miércoles temprano que el papa "descansó bien durante la noche" y se despertó poco después de las ocho de la mañana.
Francisco pasó las últimas dos noches con máscara de oxígeno porque le ayuda a dormir mejor, añadió la fuente, y este miércoles recibe oxígeno de "alto flujo" a través de una cánula nasal.
Jorge Mario Bergoglio pasó el martes una jornada tranquila tras los dos episodios de insuficiencia respiratoria aguda del lunes, y el Vaticano informó de que no tenía fiebre, estaba "alerta" y cooperaba con su tratamiento. Sin embargo, su pronóstico vital todavía sigue siendo "reservado".
Hospitalizado en el centro méedico Gemelli de Roma, el líder de la Iglesia católica ya se había perdido las celebraciones del Miércoles de Ceniza en 2022 debido a un agudo dolor de rodilla.
En esta ocasión tampoco podrá participar en los tradicionales "ejercicios espirituales", un retiro que tiene lugar cada año al inicio de la Cuaresma con la Curia, el personal y la administración de la Santa Sede.
Según el cardenal venezolano y número 3 del Vaticano, Edgar Peña Parra, que le visitó el domingo, el papa "lleva en su cuerpo las señales de la fragilidad y de la enfermedad, como cualquier ser humano".
Es la hospitalización más larga del pontificado de Francisco, que no ha aparecido en público desde su ingreso y se ha perdido la oración del Ángelus los tres últimos domingos, una novedad desde su elección en 2013.
El equipo médico del papa no se ha pronunciado por ahora de cuánto más tiempo seguirá ingresado ni cuánto tiempo precisará de convalecencia si consigue superar la enfermedad, lo que genera inquietud entre los fieles.
El martes, creyentes argentinos colocaron frente al hospital una estatua de la Virgen de Luján, con un velo azul y blanco, a la que Francisco solía ir a rezar en peregrinaje cuando era arzobispo de Buenos Aires.