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Miércoles, 18 de septiembre de 2024
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Dina Boluarte

¿Existe el riesgo de un nuevo estallido social en Perú?

Diego Quispe, periodista político que trabaja en el diario La República, habló con el programa Cuestión de poder sobre la coyuntura que atraviesa el país.

Perú sigue dividido, pero ahora en calma. Tras unos meses de conflicto social, tras el estallido de final del año pasado, el país ha ido recuperando poco a poco la tranquilidad.

Entonces, muchos –dentro y fuera de Perú– creían que solo unas elecciones anticipadas podrían traer un regreso a la calma, pero esta ha llegado con Dina Boluarte en el poder, Pedro Castillo detenido, y con el mismo Congreso con el que el hoy depuesto mandatario se enfrentó.

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La calma no está exenta de riesgos. La desafección política sigue siendo alta en el país en el que, paradójicamente, la economía parece ir por un camino distinto al de la política que no logra salir de una crisis permanente.

Hoy, Dina Boluarte tiene una popularidad de 16%. Ese porcentaje no dista mucho del 13% que tiene el Congreso, según la última medición de Ipsos Perú.

Y sus problemas ni han mejorado ni parece que lo vayan a hacer en los próximos meses: el país tiene 2,7 millones de personas más en la pobreza que antes de la pandemia, para una población total de 34 millones de peruanos.

Un informe elaborado por el Instituto Nacional de Estadística e Informática, el INEI, revela que la pobreza monetaria afecta a más del 41% de la población rural y al 24% de quienes viven en las ciudades, y lo que es tal vez más preocupante: casi un tercio de los peruanos –es decir, unos 11 millones– hoy vive una situación en la que se debaten entre entrar o no en condición pobreza.

Con estos datos económicos, y la desconexión entre una amplia mayoría de peruanos de su clase política, ¿hacia dónde va el país? ¿Existe el riesgo de un nuevo estallido social?

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Diego Quispe, periodista político que trabaja en el diario La República, habló con el programa Cuestión de poder sobre la coyuntura que atraviesa el país.

Quispe mencionó que pese a la aparente calma hay unos sectores que están programando unas protestas para junio y julio.

“Cuando me refiero a que hay una especie de paz impuesta es porque los actores políticos, que en este caso son el Congreso y el poder ejecutivo, se han aliado de tal forma de que en este momento pensar en un adelanto de elecciones es una utopía”, afirmó.


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