Israel urge a la población del norte de Gaza acelerar la evacuación y acusó a Hamás de impedir la salida de civiles
Israel advirtió nuevamente este sábado a la población que abandone el norte de la Franjade Gaza y anunció la muerte de dos importantes jefes militares de Hamás, mientras continúa bombardeando como respuesta a la sangrienta ofensiva del movimiento islamista, hace una semana, que ha dejado miles de muertos.
En el octavo día de una guerra que ha dejado miles de muertos, Israel anunció la muerte de dos jefes militares de Hamás: Murad Abu Murad, "responsable de una gran parte de la ofensiva mortífera" contra Israel, según el ejército; y un "comandante de la unidad 'Nukhba'" ["élite", en árabe], "que dirigió el ataque contra las localidades israelíes cercanas a la Franja de Gaza".
En tanto, los bombardeos mortíferos y destructores en Gaza no cesan. Más de 2.200 palestinos, mayoritariamente civiles y entre los que se cuentan 724 niños, según las autoridades locales, han muerto en la Franja de Gaza.
Más de 1.300 edificios de la Franja de Gaza fueron completamente destruidos, informó la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, pos sus siglas en inglés).
Desde la Franja de Gaza, Hamás lanzó una andanada de cohetes contra el centro de Israel, y en el sur de la Franja, en la localidad de Jan Yunes, una niña herida fue rescatada de entre los escombros.
El ejército israelí confirmó este sábado haber identificado "más de 120 civiles" retenidos en Gaza, entre los cerca de 150 rehenes capturados por Hamás, que amenazó con ejecutarlos. Cientos de personas siguen desaparecidas, y las labores de identificación de cadáveres continúan.
Al menos 1.300 israelíes, civiles en su mayoría, han muerto desde el ataque del 7 de octubre, que traumatizó a Israel.
A la espera de la ofensiva terrestre que Israel afirma estar preparando, el ejército instó este sábado a los civiles gazatíes del norte del enclave, donde viven 1,1 millones de personas de los 2,4 millones que residen en Gaza, a no "demorarse" en desplazarse hacia el sur.
El ejército israelí indicó que se registró un "movimiento significativo" de la población a raíz de sus indicaciones, pero acusó a Hamás, que rechazó el llamado a la evacuación, de intentar impedir las salidas. Israel suele acusar al movimiento islamista de utilizar a los civiles como escudos humanos.
Desde el viernes 13 de octubre, miles de habitantes huyen del norte de la Franja, ya sea en remolques, burros, carretas, motocicletas o en auto, abriéndose paso entre los escombros y edificios destruidos.
No obstante, también hay quien se niega a marcharse: "el enemigo quiere aterrorizarnos y obligarnos al exilio, pero resistiremos", afirmó Abu Azzam, un habitante de Gaza.
Según la ONU, más de 423.000 palestinos tuvieron que abandonar sus hogares.