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Líder catalán, sobre quien pesa orden de detención, reapareció, dio un discurso y huyó ante la mirada incrédula de autoridades en España

El expresidente catalán Carles Puigdemont, fuera de España desde 2017 para evadir a la justicia tras la fallida secesión de Cataluña, dio un breve discurso ante miles de simpatizantes y luego se esfumó.

El líder independentista Carles Puigdemont, sobre quien pesa una orden de detención, hizo una arriesgada maniobra propia de un guion de cine, que hasta la mañana de este jueves 8 de agosto, le ha funcionado.

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Puigdemon reapareció, dio un discurso ante miles de seguidores, en el que gritó "¡Viva Cataluña libre!", y huyó ante mirada incrédula de las autoridades en España.

Fuera de España desde 2017 para evadir a la justicia tras la fallida secesión de Cataluña en octubre de ese año, el expresidente catalán dio así un breve discurso ante miles de simpatizantes, tras el cual volvió a desaparecer sin ser detenido.

Rápidamente, la policía catalana, los Mossos d'Esquadra, estableció puestos de control para evitar que Puigdemont pueda salir de Barcelona o de la región de Cataluña. Agentes en uno de estos retenes confirmaron a periodista que efectivamente buscaban al separatista de 61 años.

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Un agente de los Mossos fue detenido por presuntamente colaborar en la huida. Según la prensa local, el agente era dueño del vehículo en el que habría escapado Puigdemont tras dar su discurso en el escenario dispuesto cerca del Parlamento catalán.

"No sé cuánto tiempo va a pasar hasta que volvamos a vernos, amigos y amigas, pero pase lo que pase cuando nos volvamos a ver espero que podamos volver a gritar juntos bien fuerte (...) ¡Viva Cataluña libre!", lanzó Puigdemont ante sus simpatizantes, quienes coreaban "¡presidente, presidente!".

La breve aparición de la figura clave del separatismo provocó emoción y algunas lágrimas entre los 3.500 seguidores -según la alcaldía de Barcelona-, que lo recibieron agitando banderas independentistas.

Se pensaba que Puigdemont intentaría entrar al Parlamento catalán para participar en la sesión de investidura del nuevo presidente de la región, pero la sesión comenzó en la mañana sin que el independentista entrara en el hemiciclo junto a sus compañeros de partido, Juntos por Cataluña (JxCAT).

Para Alberto Núñez Feijóo, líder del conservador Partido Popular, el principal partido de oposición a nivel nacional, lo que ha pasado este jueves es "una humillación insoportable”.

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“Es doloroso asistir en directo a este delirio del que (el presidente del Gobierno) Pedro Sánchez es el máximo responsable. Es imperdonable dañar la imagen de España así", reaccionó Núñez Feijóo en X.

Puigdemont, quien se refugió en Bélgica los últimos años, antes de hacer campaña desde el sur de Francia para las elecciones catalanas de mayo, sigue estando bajo orden de arresto, toda vez que el Tribunal Supremo determinó en julio que no puede beneficiarse de la ley de amnistía en el delito de malversación.

Esa ley, muy criticada por la oposición, fue impulsada por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a cambio del necesario apoyo de JxCAT para poder ser reelegido en noviembre pasado.

El retorno de Puigdemont podría retrasar la investidura del socialista Salvador Illa como presidente regional ya que, si es detenido, su partido ha dicho que pedirá suspender la sesión.

De ser confirmado, Illa, ministro de Salud español durante la pandemia del covid-19 y cercano a Pedro Sánchez, será el primer presidente catalán que no proviene de un partido nacionalista o independentista desde 2010.


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