Padres migrantes en EE. UU. ceden la tutela de sus hijos a sacerdote por miedo a que sean deportados
Un sacerdote del estado de Maryland en Estados Unidos tiene la custodia de al menos catorce menores de edad, cuyos padres han firmado documentos legales por miedo a que sean deportados bajo las estrictas políticas contra la migración irregular implantadas por el presidente republicano Donald Trump.
Los documentos, que tienen una duración inicial de seis meses, adquieren validez permanente ante la Corte en caso de que sus padres sean detenidos en las redadas y deportados a sus países de origen.
“Se está infundiendo mucho miedo (...) Se ha llegado al terror y al pánico, eso va en contra de la humanidad (...) Por el momento, todo el mundo está nervioso, incluso personas nacidas en este país, otros que somos naturalizados y otros que tendrán otro estatus”, señaló el sacerdote Vidal Rivas quien tiene la custodia de catorce niños.
Según dijo Rivas, que pertenece a la Iglesia episcopal de San Mateo, las personas acudieron a él por confianza y aceptó libremente en caso de que algo llegase a pasar.
“Hay padres de familia que piden o abogan que, si son deportados, que el niño pueda ser enviado a su país después que ellos estén allá. Otros dicen que cuando sus hijos, si son adolescentes, que cuando terminen la high school se les envíe, y otros que el niño crezca aquí bajo tutela”, aseguró el sacerdote, subrayando que “es una responsabilidad enorme”.
El caso del padre Vidal Rivas es uno de cientos de personas, entre profesores, vecinos y activistas, quienes han recibido llamados de inmigrantes para ser tutores de sus hijos, esto debido a que el miedo está latente en Estados Unidos por las redadas contra migrantes.
“No sé cómo alguien que no te conoce, puede pedirte que te hagas cargo de tus hijos”, dijo Cathy Camineros, una venezolana en Washington D.C. que recibió custodia de dos menores.
El sacerdote Rivas que ha tomado las custodias de los catorce menores hacen parte de la misma Iglesia a la que pertenece la obispa Mariann Edgar Budde, quien rogó desde el púlpito a Trump para que tuviese "piedad" de los homosexuales y de los migrantes irregulares, dos grupos a los que él apuntó con decretos presidenciales a las pocas horas de jurar el cargo.
Las nuevas medidas de Trump en cuanto a la población LGBTI y de migrantes incluyen suspender la llegada de solicitantes de asilo y expulsar a quienes se encuentren en el país de forma ilegal, y solo reconocer dos sexos: el masculino y el femenino, pero no el transgénero.