Tamara Sujú asegura que no había visto “tanta saña y maldad” como en las torturas documentadas este año en Venezuela
La directora ejecutiva del Instituto Centro de Estudios y Análisis para Latinoamérica (Casla), Tamara Sujú manifestó este martes ante la Organización de Estados Americanos que tras 18 años documentado las violaciones y torturas en Venezuela, nunca había visto “tanta saña y tanta maldad” como las registradas durante este año 2018.
Durante la presentación del informe sobre las torturas en Venezuela que el Centro Casla hizó a la OEA, Sujú fue tajante al advertir, “he documentado durante 18 años torturas en Venezuela, desde el año 2004 he documentado torturas y creo que este año esa documentación de varios testigos me han llevado a decir que nunca había visto tanta saña, tanta maldad, como la que he visto en algunas de las incidencias que he presentado en la corte este año”.
Para la defensora de los derechos humanos, “cuando se describe a Venezuela como un campo de concentración a cielo abierto, donde sus habitantes son sometidos a toda clase de arbitrariedades, represión sistemática y terrorismo de Estado. No es solo un eslogan, es la forma de describir un sistema que se ha instaurado en Venezuela, un sistema torturador, un sistema que cuando se dice que es torturador es porque todas sus instituciones se han hecho parte importante para que ello ocurra”.
Para la directora ejecutiva del Centro Casla, “hoy 2018, el régimen no necesita encarcelar o torturar masivamente, ya lo hizo los años anteriores, por cuatro años seguidos, por lo tanto no necesita asesinar, detener, torturar o desaparecer a millones, le basta bajo el contexto de la represión a todo nivel para ejercer el control social y el sometimiento, con ejemplarizar la tortura en personas a quienes ellos quieren torturar para dirigir un mensaje”.
Tamara Sujú explicó que “cuando se tortura, se detiene y se tortura a un diputado, se tortura a todos los diputados, cuando se tortura a un militar y se muestra además en las redes sociales, porque no es que las fotos se filtran por casualidad, es porque ellos las guindan para que las personas las vean, ese mensaje llega a los militares”.
Apuntó que “la sociedad Venezolana aprendió durante estos últimos años que el Estado que debía protegerla, garantizando sus derechos más básicos, no solo faltaba a su responsabilidad de protegerlos, sino que además los castigaba negándole el derecho a la vida, a la alimentación, a la salud, a la identidad, a la seguridad y ese castigo fue inducido a través del miedo, ese sentimiento generado por años de represión, donde los que protestan o manifiestan, declaran o informan, defienden o denuncian, pueden ser víctimas de los más crueles crímenes, como la tortura, la desaparición forzada, la violencia sexual o el asesinato”.
Llamó la atención que a pesar del Estado se sometimiento, “los venezolanos siguen protestando, ya no en grandes manifestaciones como las que hemos visto en los últimos cuatro años, sino manifestaciones puntuales, manifestaciones por los derechos básicos, por el agua, por la electricidad, por los alimentos, por las medicinas, las cifras que ha dado el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social ha dicho que 10.773 protestas se han hecho en todo el país, más que en los últimos años de Nicolás Maduro”.
Tamara Sujú presentó este martes ante la Organización de Estados Americanos un nuevo informe sobre las torturas sistemáticas cometidas por el Estado venezolano.
Sujú indicó que el Instituto Casla ha documentado más de 500 casos de tortura y represión en Venezuela, hecho que ha sido detallado en el informe para la OEA.
La abogada y defensora de los Derechos Humanos indicó que en la actualidad "no existe un representante de alto cargo en el régimen, que no sepa de las torturas que se están cometiendo en el país".
Indicó que el éxodo masivo de venezolanos en el continente tiene como origen, a "seres humanos que huyen de un sistema torturador".
Sujú precisó que "en Venezuela se pone en funcionamiento todo el aparato torturador, porque no existe un organismo en Venezuela que no conozca las violaciones que se están cometiendo".
Recordó que en el caso de la masacre a Óscar Pérez y sus compañeros en El Junquito, en las "autopsias dijeron que todos recibieron un tiro en la cabeza".
Al referirse a otro caso denunciado y conocido, la muerte del concejal Fernando Albán, registrado el pasado mes de octubre en el Sebin de Plaza Venezuela. Indicó que Albán llegó un viernes después de participar en la Asamblea Anual de la ONU, al llegar fue detenido y trasladado al Sebin, "y la información es que fue subido al piso 8 donde fue torturado y se les murió en la tortura y por eso lo lanzaron del piso 10 para borrar las evidencias".
Tamara Sujú apuntó que el gobierno venezolano se ha negado hasta el día de hoy a realizar una investigación independiente sobre el caso de Albán.
Precisó que el Instituto Casla ha identificado al menos cuatro centros de tortura clandestinos en Caracas.
Redacción NTN24 Venezuela
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