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Sábado, 21 de diciembre de 2024
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Incendios forestales

¿Arde la tierra en varios puntos? Alarmante realidad de los incendios forestales

Ciudadanos de continentes de Europa y América están en alerta por los incendios forestales exacerbados por el cambio climático, que continúan causando estragos, arrasando la vegetación y amenazando ecosistemas vitales.

Según recientes registros, actualmente diversas partes del mundo están en llamas, debido a las extremas olas de calor y aumentos de la temperatura que se han registrado durante los últimos meses en el planeta, incrementando los incendios forestales y daños ambientales.

"Es importante recordar a la comunidad que la fauna silvestre se afecta con un incendio" Expresó ante estas situaciones en Clic Verde de NTN24, Olga Lucía Alfonso, directora de la Corporación Autónoma del Tolima

Expertos indican además que en la actualidad hay incendios en gran parte de América del Norte, del Sur y en países europeos como España, en donde fueron arrasadas 44.715 hectáreas forestales entre el primero de enero al pasado 8 de septiembre, siendo la cifra un 44 % menor a la registrada en el año inmediatamente anterior. Pero, que no deja de generar preocupación

Situación en Europa:

En el continente europeo, los registros más recientes indican que en España se han consumido 44.715 hectáreas de bosque entre el 1 de enero y el 8 de septiembre de este año.

Aunque esta cifra representa una disminución del 44% en comparación con el año anterior, la magnitud del problema no puede ser ignorada, ya que el área devastada equivale a la mitad de la media de la última década, que asciende a 85.402 hectáreas.

Los incendios en España, en particular, son un recordatorio de cómo el clima extremo puede interactuar con la gestión forestal. Las sequías prolongadas y las olas de calor están creando un entorno propicio para el fuego. A medida que las temperaturas siguen aumentando, es probable que los incendios se conviertan en un fenómeno aún más común.

El Impacto en América del Norte:

Mientras tanto, en América del Norte, la situación es igualmente alarmante.En Estados Unidos, particularmente en el área de Los Ángeles, se han producido incendios devastadores que han puesto a prueba a miles de bomberos. Estos incendios han sido alimentados por condiciones climáticas extremas y sequías, lo que ha llevado a la evacuación de comunidades enteras y a la pérdida de propiedades y vidas.

Los expertos advierten que el cambio climático está amplificando la frecuencia y la intensidad de estos eventos, debido a que la combinación de temperaturas más altas y menos precipitaciones crea un caldo de cultivo ideal para los incendios, lo que plantea serias preguntas sobre la resiliencia de nuestras comunidades y ecosistemas, pues los expertos indica que algunos de estos incendios también son provocados por manos humanas.

“En general los incendios y en su gran mayoría una proporción muy grande es provocada por acciones humanas, son las personas las que generan los incendios, sea porque de manera consciente lo hacen o sea porque dejan algún tipo de elemento que luego provoca el incendio” Aseguró Alfonso.

América del Sur en Llamas:

En la región sur del continente, la situación es aún más crítica. Según el Instituto Brasileño de Investigación Espacial (INPE), entre enero y el 12 de septiembre de este año, se han documentado más de 350.000 incendios forestales en Brasil, Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia. Esta ola de incendios ha sido exacerbada por una sequía intensa, olas de calor extremas y en algunos casos, prácticas ilegales que buscan reforestar terrenos para la agricultura o la ganadería.

Los incendios forestales son un fenómeno que no solo afecta a la flora y fauna, sino también a la salud pública, la economía y el clima global. Es imperativo que los gobiernos y las comunidades tomen medidas concretas para mitigar estos desastres. Esto incluye mejorar la gestión forestal, invertir en tecnologías de detección y control de incendios, y fomentar la educación sobre prácticas sostenibles.

Además, es esencial abordar las causas subyacentes del cambio climático, promoviendo energías renovables y políticas que reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero.


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