Crisis de las Pensiones Parte 2: pensiones en Latinoamérica y el caso chileno
América Latina tiene sistemas de pensiones muy diferentes. Pero el caso de Chile nos puede ayudar a entender algunos de los desafíos que enfrenta la región para apoyar a sus jubilados.
Actualmente, las pensiones de los trabajadores chilenos dependen de su capacidad para ahorrar. Pues deben destinar un porcentaje de sus ingresos a cuentas personales manejadas por instituciones privadas, que invierten esa plata con el fin de hacerla crecer para el futuro.
Los trabajadores que ganan y ahorran bastante dinero tienen una buena jubilación. Pero en Chile, como en otros países de América Latina, los salarios promedio son bajos y eso hace que muchas personas no puedan ahorrar lo suficiente, dejándolas sin acceso a una pensión adecuada. Así, los chilenos llevan años saliendo a la calle exigiendo cambios.
El gobierno del presidente Gabriel Boric ha presentado una reforma que busca cambiar el actual sistema. Tiene varios pilares, pero no todos han sido bien recibidos. Por ejemplo, una de las propuestas es que, además de seguir ahorrando por su cuenta, los trabajadores destinen un 6% de sus ingresos a una cuenta común que se repartirá entre los jubilados.
La idea es que más personas, sobre todo los que no lograrían ahorrar lo suficiente para pensionarse dignamente, puedan hacerlo. Pero la pregunta vuelve a surgir: con menos población joven y más adultos mayores, ¿cómo es el sistema sostenible?
Adicionalmente, en América Latina hay mucha gente desempleada y más de la mitad trabaja en el sector informal. Si estos ciudadanos no logran generar los ingresos para el sustento diario o lo hacen con mucho esfuerzo, ¿cómo van a aportar a los fondos de pensiones?
Y si no pueden aportar o ahorrar ¿de dónde van a salir los dineros públicos de los gobiernos para ofrecer una pensión básica a un creciente número de jubilados?
Los expertos aseguran que si los gobiernos no implementan políticas que mejoren la situación económica de sus países, es muy posible que las reformas pensionales que se están planteando en países como Chile, Colombia o Perú se queden cortas.
“Los sistemas de pensiones al final son un espejo. Es un reflejo de lo que es tu economía. Si tu economía no es próspera, no es rica, pues es difícil que tus sistemas de pensiones vayan a ser lo contrario”, comenta el economista David Tuesta.
