Legisladores franceses tumban al primer ministro Michel Barnier entre llamados a la dimisión de Emmanuel Macron
Este miércoles, los legisladores franceses votaron a favor de derrocar al gobierno del primer ministro Michel Barnier después de solo tres meses en el cargo, una medida histórica que acrecienta una crisis política.
Por primera vez en más de sesenta años, la cámara baja de la Asamblea Nacional derrocó al gobierno en ejercicio, aprobando una moción de censura que había sido propuesta por la extrema izquierda pero que fue respaldada fundamentalmente por la extrema derecha encabezada por Marine Le Pen.
La rápida expulsión de Barnier de su cargo se produce después de las elecciones parlamentarias anticipadas del pasado 7 de julio que dieron como resultado un parlamento sin mayoría absoluta en el que ningún partido tenía la mayoría y la extrema derecha tenía la clave para la supervivencia del gobierno.
El presidente Emmanuel Macron ahora tendrá que elegir un sucesor viable cuando aún le quedan más de dos años de mandato presidencial.
La Asamblea Nacional debatió una moción presentada por la extrema izquierda en un punto muerto sobre el presupuesto de austeridad del próximo año, después de que el primer ministro forzara el lunes un proyecto de ley de financiamiento de la seguridad social sin votación.
Con el apoyo de la extrema derecha, una mayoría de 331 diputados de la cámara de 577 miembros votó para derrocar al gobierno.
La presidenta del parlamento, Yael Braun-Pivet, confirmó que Barnier ahora tendrá que "presentar su renuncia" a Macron y declaró cerrada la sesión.
Incluso, algunos han sugerido que el propio Macron de
bería dimitir para romper el impasse.
Pero Macron rechazó esos llamados, diciendo que tal escenario equivalía a "ficción política".
"Francamente, no está bien decir estas cosas", afirmó Macron durante su viaje a Arabia Saudita.
Eric Coquerel, un diputado de extrema izquierda, dijo que la moción contra Barnier era "la sentencia de muerte del mandato de Emmanuel Macron".
