“El miedo nos lo comimos con una arepa caliente”, dice abuela del casco rojo al régimen de Maduro

Leida Brito es mejor conocida como ‘la abuela del casco rojo’, una mujer venezolana de 65 años que ha salido a marchar contra el régimen de Nicolás Maduro, argumentando que no hay calidad de vida en el país, ya que están viviendo con tan solo 13 dólares al mes.

“El miedo nos lo comimos con una arepa caliente, aquí vamos a estar en la calle hasta que se nos reestablezca los derechos laborales”, es una de las tantas arengas que grita la abuela, quien lleva 1955 días de lucha contra el régimen.

Leida Brito, quien también es la secretaria nacional de mujeres del partido Encuentro Ciudadano, habló con La Tarde de Fin de Semana en NTN24 sobre la causa que la mantiene en pie de lucha y lo que quiere lograr con esto.

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“La función que llevó es dejar un legado, que regresen esos muchachos que se fueron en la diáspora, estamos prácticamente en un país empobrecido a consecuencia de la crisis humanitaria que nos ha causado Nicolás Maduro, él es el responsable de todo lo que nos pasa en el país”, señaló la mujer.

‘La abuela del casco rojo’ agregó que uno de sus mayores motivos para marchar en busca de una Venezuela libre es lograr que sus hijos puedan volver al país, pues lo dejaron en busca de mejores oportunidades.

“Sigo luchando porque mis dos hijos se fueron del país y muchas madres están siguiendo mi ejemplo porque quieren que sus hijos regresen, pero a una Venezuela libre”, apuntó Brito.

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Sobre su casco que la ha hecho tan llamativa y casi que un punto de referencia en las protestas, contó que lo comenzó a usar en 2017, cuando la represión fue, según ella, la más fuerte del régimen hasta ahora.

“Yo empecé a usar el casco para protegerme de los gases lacrimógenos y de las balas que caían desde los piquetes de la Guardia Nacional; la represión más fuerte fue en 2017 y con esto me protegía y también le pedía al arcángel San Gabriel que me cuidara”, comentó la manifestante.

‘La abuela del casco rojo’ también se ha caracterizado por sus mensajes en las protestas y habló acerca de uno que fue de los más poderosos contra las fuerzas armadas: “disparen pan que tenemos hambre”: “no nos disparen balas, no nos disparen gases lacrimógenos, dispárenos pan que tenemos hambre, ese es mi mensaje para los funcionarios del Estado”.

“Yo seguiré en las calles las veces que sea necesarias para alcanzar los objetivos de tener calidad de vida, a mí nadie me va a callar la boca. Nicolás Maduro cree que con el control social que él nos tiene cree que vamos a ser sumisos y no, ya Venezuela está despertando”, finalizó.