Estos fueron los posibles fallos que se dieron ante la llegada del huracán Otis a Acapulco
El huracán Otis arrasó con la costa de Acapulco. De categoría 5, cuando tocó tierra, ha dejado una estela de destrucción a su paso por parte del estado mexicano de Guerrero, en el litoral del Pacífico.
Su devastación se explica, según los expertos, por la fuerza a la que llegó en la escala de Saffir-Simpson, y por la velocidad con la que se aceleró en las últimas horas antes de tocar tierra y comenzar a degradarse.
El martes por la mañana, los meteorólogos hablaban de Otis como una tormenta tropical, pero unas horas después las autoridades ya se referían a la “tormenta catastrófica”.
Hasta ahora, el gobierno de México habla de 27 muertos, pero el número podría aumentar a medida que los servicios de rescate logran atender las zonas más afectadas.
Hay carreteras cortadas por inundaciones, deslaves o la caída de árboles.
Acapulco, uno de los centros turísticos del país, ha sido una de las zonas más afectadas. No hay electricidad ni suministro de agua potable, y muchos de sus comercios y hoteles en primera línea de playa han quedado arrasados.
¿Qué explica la devastación y la aparente falta de previsión antes de la llegada del huracán? ¿En cuánto tiempo se puede recuperar la zona afectada?
Jesús Carillo, director de Economía Sostenible en el Instituto Mexicano para la Competitividad, analiza estos cuestionamientos en el programa Cuestión de Poder de NTN24.
“Parece que faltó información. Buena parte del turismo y la población no estuvo bien informada (…). Desde que ocurrió también ha faltado coordinación y presencia tanto de las autoridades locales como las federales”, manifestó.
