Gobierno peruano pone fin a las manifestaciones que afectaron la actividad turística en Machu Picchu
Este miércoles, el gobierno peruano puso punto final a las manifestaciones que afectaron la actividad turística en Machu Picchu.
La administración que preside Dina Boluarte alcanzó varios acuerdos con múltiples manifestantes que rechazaban la privatización de la venta de entradas a la ciudadela inca.
La ministra de Cultura, Leslie Urteaga, ofreció detalles sobre una reunión sostenida con los líderes distritales de Machu Picchu.
"Tenemos una buena noticia para la comunidad. Se levantó el paro de 6 días que afectaron, parcialmente, la actividad turística en Machu Picchu”, dijo Urteaga.
Voceros de la manifestación confirmaron ante la prensa peruana que el diálogo del encuentro se centró en escuchar a los cientos de trabajadores que se encontraban bloqueando las vías férreas que comunican directamente con el complejo arqueológico.
Uno de los puntos acordados, según el portavoz, prevé "la anulación adelantada" del convenio por el cual el gobierno dejaba en manos de un operador privado la venta en línea de los ingresos.
La concentración, que el fin de semana obligó a la evacuación de unos 1.200 turistas nacionales y extranjeros con resguardo policial, fue organizada por los colectivos del distrito de 'Machu Picchu Pueblo'.
Ubicada a 2,040 metros sobre el nivel del mar en la provincia de Urubamba, Machu Picchu es la parte más baja del Valle Sagrado de los Incas y se encuentra aproximadamente a 112 kilómetros al noreste desde la ciudad de Cusco.
Declarado ‘Patrimonio de la Humanidad’ por la Unesco en 1983, Machu Picchu es el sitio arqueológico inca más sobresaliente debido a su creativo diseño urbano.
