La súplica de familiares de presos políticos ante la Conferencia Episcopal Venezolana: "Nuestra voz ya no es suficiente"
El joven Diego Casanova fue el encargado de entregar ante la Conferencia Episcopal de Venezuela, en Caracas, la carta de los familiares de los presos políticos a quienes se les ha privado no solo de su libertad, sino de los derechos más fundamentales como el derecho a la defensa.
En nombre del grupo entregó a las autoridades de la Iglesia Católica venezolana una carta en la que expone los motivos de la solicitud de mediación de esa institución para que se les conceda la libertad antes de Navidad.
El Comité de Familiares y Amigos por la Libertad de los Presos Políticos, CLIPve, manifestaron que los detenidos, en su mayoría, son de origen humilde y enfrentan condiciones infrahumanas y tratos injustos.
"Reconocemos que nuestra voz necesita el respaldo de instituciones con la autoridad moral que ustedes representan. Creemos que su liderazgo puede ser determinante para sensibilizar a las autoridades sobre la urgencia de esta causa", reza el comunidado.
Muchos de los detenidos ya presentan enfermedades crónicas, por lo que piden libertad plena tras ser sometidos a juicios sin garantías de parcialidad judicial, de impedirles las visitas de sus allegados y negarles los más elementales insumos para el día a día.
El encargado de recibir la carta es el vicepresidente de la CEV, Monseñor Rafael Bitter.
El obispo admitió que lo solicitado no solo es válido "sino muy humano". "Sus peticiones de acercarse a la Asamblea Plenaria ha sido introducida. Así como la petición de que sean mencionados en las misas de aguinaldos. Por lo que pido que oremos, no sólo orar, sino trabajar para que esto sea realidad en algún momento".
