Venezolanos se las ingenian para sobrevivir en medio de la hiperinflación
El bajo poder adquisitivo de los venezolanos les impide adquirir los escasos productos básicos. La economía hiperinflacionaria obliga a sus ciudadanos a reinventarse cada día para poder alimentarse.
"Es una humillación. En un país tan rico, la gente no debería morirse de hambre... ojalá cambie... esperanza hay", expresó entre sollozos una abuelita caraqueña.
El salario mínimo en Venezuela es de Bs. 3.000.000 más un bono de alimentación de Bs. 2.196.000 para un total de Bs. 5.196.000, no obstante, esa cifra solo alcanza para comprar un kilo de pimentón.
"Maduro dice que nos está dando paz y amor. Es un insulto y una burla a los venezolanos", comentó Luisa Martínez.
Ante esta situación, las personas se ven obligadas a tener dos y hasta tres trabajos.
"La gente compra lo estrictamente necesario. Compran lo económico como la yuca. Las berenjenas las asan como si fuera carne porque no tienen para comprar carne", dijo Arlet Hernández, comerciante del mercado de Chacao.
