Actor de la serie “Aquí no hay quien viva” intenta superar un infarto cerebral
El pasado 4 de noviembre de 2021, el afamado actor español José Luis Gil, conocido internacionalmente por dar vida a papeles en series de televisión como 'Aquí no hay quien viva' y 'La que se avecina', sufrió un ictus isquémico agudo hemisférico izquierdo, mejor conocido como “infarto cerebral”.
De acuerdo con Irene Gil, hija del artista que intenta superar la lesión, su padre no se encuentra del todo bien por estos días.
Según la mujer, la triste noticia sobre el fallecimiento de Mauro Muñiz de Urquiza, amigo y compañero de elenco de su padre, ha afectado emocionalmente a José Luis Gil.
En ese orden de ideas, Irene se refirió en su cuenta oficial de Instagram a la muerte del comediante español de 58 años de edad.
"Hoy he recibido otra de esas llamadas que te rompen el alma. Esa mirada limpia, inteligente, socarrona. Nos trajo alegría en unos meses imposibles", empieza el escrito de Irene Gil en la red social.
"Que triste has dejado a mi padre, que tristes nos quedamos todos los que tuvimos la suerte de conocerte. Divertido, culto, guapo, músico de los grandes y buena gente. Mauro, esto sin ti va a ser mucho peor. Pienso en Martina y en Carlota, han perdido un padrazo. Buen viaje", concluye el 'post'.
De momento, Gil, queridísimo por la teleaudiencia que siguió a “Juan Cuesta” en la serie ‘Aquí no hay quien viva’ y “Enrique Pastor”, en el audiovisual ‘La que se avecina’, se encuentra participando en programas de rehabilitación para superar su padecimiento.
La temporada 14 de ‘La que se avecina’ se comenzó a grabar a principios de abril, una fecha muy temprana que no ha permitido al actor recuperarse del todo.
Respecto a su ausencia física en pantalla, compañeros, seguidores y miembros de la producción de la serie, han asegurado que les “hace falta la energía y profesionalismo de Gil”.
En el campo de la medicina, se conoce como ‘infarto cerebral’ a la pérdida del flujo de sangre de una parte del encéfalo; fracción del sistema nervioso central ubicada dentro del cráneo.
Especialistas en la materia sostienen que si el fundente sanguíneo se detiene por pocos segundos, el cerebro no puede recibir nutrientes y oxígeno y, por consiguiente, las células cerebrales pueden morir, lo que causa daño permanente.
El también denominado ‘ictus’ puede incluir problemas para caminar, hablar y entender; además de parálisis o entumecimiento del rostro, los brazos o las piernas.
