Esta es la importancia de hacer pausas activas en el horario laboral
Se conoce como pausas activas a aquellas sesiones de actividad física desarrolladas en el entorno laboral, con una duración continua mínima de 10 minutos.
Según profesionales de la salud, esta acción incluye la adaptación física cardiovascular, fortalecimiento muscular y mejoramiento de la flexibilidad.
Según estudios de la Universidad de Carabobo, Venezuela, “realizar estos descansos en la jornada laboral trae diferentes beneficios como: ayuda a controlar los niveles de estrés, evita la fatiga física y mental, y previene los espasmos musculares”.
Asimismo, los académicos destacan que, desde hace 15 años, cuando en las grandes compañías descubrieron que sus trabajadores se quejaban más de enfermedades relacionadas con su labor, los profesionales de la salud ocupacional introdujeron el término de pausas activas entre su personal para disminuir el número de casos enfermos por cuenta de su empleo.
Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sostienen que la denominada pausa activa laboral tiene su origen en Polonia en el año 1925.
“Su primera denominación fue gimnasia de pausa y era destinada a los operarios de fábricas. Años más tarde surgió en Países Bajos y Rusia, y a comienzos de los años 60 se trasladó a Bulgaria, Alemania, Suecia y Bélgica”, explican ambas instancias internacionales.
“Durante la década de los 60, en Japón hubo una consolidación y obligatoriedad de la pausa activa laboral”, agregan.
En cuantiosos países se ha tomado muy en serio esta práctica para mejorar el desempeño laboral y que los trabajadores se sientan más satisfechos a la hora de canalizar todo su potencial hacia actividades productivas.
Básicamente, las pausas activas comprenden una serie de movimientos iniciales de las articulaciones, que además reducen la tensión de los músculos y tendones, seguidos de estiramientos y ejercicios específicos para distintos grupos musculares que incluyen el cuello, las manos, las extremidades superiores e inferiores y la espalda, acompañados de respiraciones rítmicas, profundas y lenta, lo que conlleva, según especialistas en la materia, a que las personas recuperen energías para un desempeño eficiente en su trabajo.
